Autora: Cristina Azahara Garcia Peña.
Convencer o persuadir se basa en la comunicación que tiene la finalidad de inducir, mover u obligar a alguien con razones a creer o hacer algo. Por lo tanto, contamos con la posición del emisor y su necesidad de atraer la atención y voluntad del receptor. Esto es lo que siempre se ha denominado convencer a alguien.
Argumentar es aportar razones para persuadir y en la comunicación escrita esto cobra vital importancia puesto que no contamos con lenguaje no verbal o imágenes para llegar eficazmente a quien queremos adherir a nuestro punto de vista como creadores del mensaje o de opinión.
Existen varios tipos de argumentos y al menos deberíamos hacer uso de alguno de ellos para intentar persuadir al lector. Destacaremos unos cuantos que además son útiles para el comentario de texto argumentativo.
- De autoridad: se trata de un razonamiento apoyado en una afirmación o dato aportado por expertos en la materia (como podría ser el caso de un médico si el tema es la salud).
- De ejemplificación: es el más usado y conocido que consiste Demostrar mi teoría con ejemplos para que mi audiencia, mi receptor, lo entienda mejor y resulta más cercano.
- De experiencia: puede confundirse con el anterior a diferencia de que el ejemplo es general y en este caso el autor afirma haber vivido una situación que le aporta argumentos a favor de su tesis, es decir la opinión que apoya. Este tipo nos da una especie de autoridad puesto que sabemos de lo que hablamos.
- De generalización: que también podría considerarse de verdades evidentes o de algo que todo el mundo ya conoce porque es comúnmente aceptado, son expresiones que abordan la tradición o la sociedad y dan sensación de evidencia.
- De analogía: se defiende una idea que es semejante a otras ya generalmente aceptadas. Análogo significa semejante, pero debemos de tener cuidado con no comparar términos que no tengan nada que ver puesto que se produciría una falacia, esto es, querer hacer pasar una mentira como si fuese verdad.
- De causa- efecto: la relación entre 2 afirmaciones hace que si una sucede la otra sea su consecuencia (o efecto), convirtiéndola así en algo creíble o al menos muy probable.
- De cantidad o calidad: en el caso de la cantidad se valora como algo bueno que muchas personas piensen como el escritor, en cambio en el caso
En la prensa encontramos argumentos de este tipo en los artículos de opinión y en las columnas editoriales, ya que son géneros subjetivos y gracias a la localización de estos argumentos podemos descubrir cuál es la postura de su emisor frente a un tema que podría estar de actualidad o ser polémico.
Igualmente, en nuestros escritos se hace necesario que nos posicionemos y argumentemos la tesis con ayuda de los tipos de razonamientos que acabamos de ver. Algo que suele ser frecuente de igual manera es el uso de la primera persona del plural, es decir convertir la argumentación o texto subjetivo en una historia de nosotros, que se diría nuestra historia, pero me estoy refiriendo a los verbos con sujeto nosotros que aportan una implicación mayor por parte del lector o receptor ya que es un relato inclusivo. Eso hace que ya nos hayan ganado al ser parte de una situación.