Autora: Cristina Azahara Garcia Peña.
Aunque no seamos escritores profesionales y precisamente por eso, siempre es bueno saber cómo redactar un texto para diversas situaciones. Como ya hemos visto existen diferentes tipos de textos pero es muy probable que alguna vez tengamos que escribir un correo electrónico, una solicitud, una carta de presentación o profesional, curriculum…
Para todo esto serán útiles los siguientes consejos a tener en cuenta sin importar cuál es el texto que queremos confeccionar. Siempre mencionamos que la lectura es primordial tanto para redactar mejor como para ampliar vocabulario y expresión.
Las principales pautas a tener en cuenta son:
- Conoce a tu destinatario o público:
Identificar el destinatario y el objetivo de lo que vamos a exponer se hace necesario para cualquier creador, al igual que sucede en el lenguaje oral nos adecuamos al receptor y le presentamos la información que consideramos oportuna, pero en este caso al quedar plasmado en la escritura es más importante aún que la forma se ajuste al contenido, ya que quedará para futuros destinatarios o lectores en muchos casos.
- Conoce el objetivo de tu texto:
Conviene saber bien antes de empezar a plasmar las ideas en un papel a quién irá dirigido el escrito y el tipo de mensaje que queremos transmitir, no solo en cuanto a tipología textual sino también en cuanto a ideas. Estas, por supuesto deben estar lo más claras posible para que se entienda correctamente.
- Sigue una estructura:
Al hilo de lo comentado anteriormente es necesario que nuestro texto tenga una estructura coherente al tema y a lo que vamos a expresar. Lo más aconsejable es que cada idea principal o argumento venga plasmado en un párrafo distinto para comunicar las ideas con un orden y precisión adecuados.
- Escribe y después matiza o corrige:
Resulta bastante complicado e improbable que una redacción quede perfecta a la primera en todos los sentidos, tanto en contenido como en expresión y elaboración general. Lo lógico es que sea necesario añadir pausas, comentarios, corregir expresiones o reformular lo escrito para que quede mejor. La escritura es un trabajo que requiere constancia y no suele ser automático, es decir, requiere revisión (ortográfica también por supuesto, aunque sepamos las normas nos podemos equivocar).
- Busca la precisión léxica y expresiva:
Continuando también con lo anterior, puede ser adecuado para el redactor matizar o concretar su vocabulario de modo que se haga más comprensible al receptor. Y además preciso, esto es, usando términos ajustados al tema o idea que transmitiremos.
- Revisa antes de enviar o presentar:
Aunque ya hemos comentado este tema, a lo que nos referimos aquí es que una lectura al finalizar nos puede ayudar a comprobar si nos hemos expresado como queríamos y lo transmitimos con eficacia, o por el contrario nos entenderíamos solo nosotros mismos y precisa de un cambio para que los demás puedan saber bien de qué estamos hablando. A veces sucede esto con algún ejemplo o una argumentación larga que se queda imprecisa. Por eso antes de enviar o presentar es fundamental leerlo como si fuéramos otra persona diferente a la que lo redactó.
Y con todo esto, unido al sentido común en la coherencia, cohesión y adecuación textual podemos concluir nuestro contenido con el éxito comunicativo esperado.