Autora: Maria Eugenia Gonzalez.
Saludos de nuevo desde nuestra sección de comida saludable.
Hoy continuamos descubriendo alimentos no tan convencionales y vamos a hablar de las semillas de chía, cada vez más de moda en nuestros supermercados, nuestros panes y nuestras comidas del día a día.
Pero para empezar, vamos a conocer un poco este producto y a presentar por qué puede ser para nosotros una ayuda para una dieta saludable.
La “chía” es como se denomina a la semilla de la salvia hispánica, una planta procedente sobretodo de centro y Sudamérica que, junto con el lino, es una de las especies vegetales con más concentración de ácido graso alfa-linolénico Omega 3. Por otro lado, su composición de carbohidratos la hace muy interesante como alimento pues un 40% de su aporte nutricional pertenece a este grupo de los cuales un 30% es fibra insoluble.
¿Y qué significa esto para nosotros? Pues quiere decir, para que nos entendamos, que en un medio acuoso, las semillas de chía son capaces de absorber hasta 12 veces su peso en agua, y al hacerlo forman un gel que, en el caso de nuestro cuerpo, actúa de barrera en el proceso de digestión de algunas enzimas encargadas de transformar los carbohidratos en azúcares sencillos, por lo que es un gran aliado en casos por ejemplo de gente con diabetes.
También, gracias a este efecto “gel”, permite que una vez consumida, el organismo se mantenga hidratado más tiempo, retenga humedad y regule la absorción de nutrientes, y de este modo, nos ayuda a saciar el hambre y superar esos “antojos”.
Según datos que nos aporta https://nutritiondata.self.com/facts/nut-and-seed-products/3061/2 “En comparación con otros alimentos tiene de proteína dos veces más que cualquier semilla, cinco veces más calcio que la leche entera, dos veces la cantidad de potasio en los plátanos, tres veces más antioxidantes que los arándanos, tres veces más hierro que las espinacas y siete veces más omega 3 que el salmón”.
Son por tanto, las semillas de chía, una fuente completa de proteína y de fibra soluble. También, por su alto contenido de antioxidantes se mantienen frescas y comestibles durante mucho tiempo siendo fáciles de conservar durante el tiempo, y, al tratarse de semillas con alto contenido oleico, son una gran fuente de energía, todo eso, recordando, que ¡NO CONTIENEN GLUTEN!
Tienen un sabor suave y agradable y se pueden usar en todo tipo de recetas, salsas, panes, postres, batidos.
Hoy os proponemos dos opciones.
Receta 1: Pan con semillas de Chía (Sin gluten):
INGREDIENTES:
-450gr de mezcla para panificar (sin gluten)
-10gr de levadura seca
-2huevos
-5cucharadas de aceite
-200ml de leche tibia
-1 cucharada de semillas de chía hidratada
-Sal al gusto
PREPARACIÓN:
Mezclar la harina de premezcla con la levadura y la sal en un bol. Añadir los huevos y batir.
Por otro lado, hidratar las semillas de chía en 100ml de agua tibia.
Añadir las semillas rehidratadas y el aceite a la mezcla.
Poner todos los ingredientes en un bol apto para horno y cocer a 180º durante 20 minutos
RECETA 2: Vasos de yogurt con mango y Chía
INGREDIENTES:
-1 Mango mediano
-1lima
-1 Yogurt de soja
-2 cucharadas de semillas de chía
-1/2 taza de leche
-Miel (opcional)
PREPARACIÓN:
Hidratar las semillas de chía con la leche durante al menos 30 minutos.
Pelar el mango, sacar la pulpa y triturar (podemos añadir un poco de miel para endulzar).
Mezclar el puré de mango con el zumo de la mitad de una lima y repartir en vasos.
Batir el yogurt y colocar encima del mango.
Coronar con las semillas de chía y espolvoreando un poco de ralladura de lima.
Servir frío.