Autora: Carlos Marcos Sanchez.
Aunque el tiempo todavía no acompañe por las fechas en las que estamos, no quiero pasar la oportunidad de presentaros un deporte que no dejará indiferente a nadie cuando lo pruebe este verano.
Hay deportes difíciles de practicar, bien sea porque se necesita una superficie o instalación específica, un material excesivamente caro e incluso hay otros que se practican menos por la necesidad de juntar a un gran número de gente. Por ello, os propongo que conozcáis el Spikeball, un juego fácil, muy dinámico, que puedes practicar allá donde estés, y que es apto para todos los públicos. Además, se asegura un alto grado de espectacularidad visual en cuanto vayamos progresando en este deporte.
Las reglas son muy sencillas: los partidos se juegan por parejas. La pelota tiene que rebotar una sola vez en la red de forma limpia, ya que si toca el aro exterior o da más de un bote, el punto es para el adversario. Puedes golpear la pelota con cualquier parte del cuerpo. Cada equipo puede dar un máximo de tres toques antes de hacer botar la pelota en el soporte. El campo no tiene límites. Si un jugador obstruye al rival, el punto será repetido. Ganará el equipo que consiga dos sets de 15 o 21 puntos, que los jugadores consensuarán al principio de la partida salvo que sea una competición con reglas predefinidas.
Es un deporte en el que se practican muchas capacidades físicas como agilidad, velocidad, potencia de golpeo, habilidad y resistencia ya que cuando el nivel es alto, los deportistas alargan mucho los puntos pese a las dificultades en las que ponen a los adversarios con sus golpeos imposibles. Además, es un juego en el que la inteligencia es indispensable a la hora de crear una estrategia de ataque que te permita conseguir los puntos. .
La clave principal del juego está en conseguir confundir al rival en cuanto a la fuerza, dirección y número de golpeos teniendo muy en cuenta que las acrobacias aquí pueden crear efectos difíciles de responder.
Este deporte, que aún es poco conocido en España, tuvo su origen en los años ochenta al otro lado del charco como juego para pasar el tiempo bajo el nombre originario de “Roundnet”. Pero fue en 2008 cuando un proyecto emprendido por Chris Ruder, llevó a actualizar el deporte originario y a cambiarle el nombre por el actual “Spikeball”. Este nuevo nombre y la gran presentación que hizo de su proyecto en un reality show de gran expectación (se cree que ese programa lo vieron unos siete millones de espectadores de distintos rincones del continente americano), llevó a un fuerte inversor a apostar por él con 500.000 dólares.
En la actualidad, el Spikeball cuenta con una asociación nacional en los Estados Unidos, miles de jugadores y muchos aficionados que siguen los diferentes torneos repartidos por el país e incluso cuenta con un evento de gran repercusión como es el SummerSpike que se realiza en la ciudad de Nueva York.
Como sucede con la mayoría de los deportes en Estados Unidos, las universidades han apoyado mucho a este deporte ayudando mucho a su expansión y es que ya hay equipos en algunas universidades tan prestigiosas como la de Washington, Georgia o Minnesota.