Autora: Carlos Marcos Sanchez.
Estamos en la época dorada del año para el deporte en general. Después de las fiestas de Navidad, las comidas familiares, los reencuentros con los amigos y algún que otro exceso con los polvorones y el alcohol, uno de los propósitos más comunes para el nuevo año es hacer deporte, llevar una vida sana y comer de manera equilibrada. Los gimnasios, centros deportivos, escuelas y demás empresas del sector conocen perfectamente las demandas de la sociedad en estas fechas y lanzan unas ofertas irrechazables para captar usuarios. Sin embargo, ¿cuántas de estas nuevas ilusiones desaparecen al segundo o tercer mes del año?
En muchas ocasiones, las largas jornadas laborales o el poco tiempo que le podemos dedicar a la familia son algunos de los argumentos que exponemos a la hora de dejar la actividad que elegimos comenzar al inicio del año. El problema erradica frecuentemente en el tipo de actividad que elegimos, la cual no es lo suficientemente motivadora y entretenida, de manera que nos lleva a caer en una monotonía que, en vez de fomentar nuestra diversión, nos provoca aburrimiento y que poco a poco vayamos dejando la actividad.
No siempre tenemos que elegir las clases dirigidas, el Crossfit, el gimnasio… existen muchos deportes que podemos practicar para trabajar los distintos grupos musculares. Y esto lo digo, no porque tenga nada en contra de los gimnasios o las actividades dirigidas, ya que soy de los que pienso que cualquier opción es mejor ante el sedentarismo, pero sí que quiero indicar que cada persona es diferente, no todos tenemos la misma forma física, edad, peso u objetivos a conseguir… todas estas cosas debemos valorarlas antes de comenzar a realizar una actividad.
Y si, pese a todo, consideramos que lo más acertado es acudir a un gimnasio, debemos de intentar seleccionar un buen centro que se adapte a nosotros, que nos quede cerca de casa o del trabajo, que tenga unas instalaciones relativamente cuidadas, algún extra en los servicios complementarios como hidroterapia, sauna o spa si creemos que estos recursos nos pueden venir bien y, además, sería muy conveniente que contara con algún fisioterapeuta por si ocurriese alguna lesión. Es cierto que en un gimnasio suele haber gente muy bien preparada para asesorarnos sobre los ejercicios, los objetivos y la dieta a seguir pero debemos estar seguros de que esa persona que nos asesora está los suficientemente preparada, se debe exigir que tenga una formación específica en la materia que nos ayude y no nos lesione, como mínimo que sea monitor, siendo lo más aconsejable un profesional licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Y, además de elegir la actividad a realizar, debemos de enterarnos de qué material es más adecuado utilizar según el deporte para minimizar el riesgo de lesiones, al igual que un informático no puede realizar tareas sin un buen ordenador, nosotros no debemos realizar una carrera continua sin una buena amortiguación. También es conveniente cuidar los cambios de temperatura e ir preparado contra el frío o el calor, proveernos de hidratación y, si nuestra actividad va a requerir de un mayor esfuerzo y/o duración, debemos llevar comida que nos aporte un extra de energía.
Dicho esto, espero que empecéis el año con mucha energía, motivación y ganas por dejar a un lado el sedentarismo y los excesos, pero como para la mayoría de las cosas, necesitamos informarnos antes de dar un paso al frente con nuestra decisión. No necesariamente hay que gastar una cantidad mensual de dinero para ponerte en forma, valora lo que quieres, analiza tus opciones y escoge aquello que te haga feliz porque solamente así lograrás los objetivos que te hayas marcado con el deporte en este 2019 que empieza.