Autora: Carmen Esparcia Arnedo
¿Quién iba a imaginar que apilar vasos se convertiría en un deporte?
Todo comenzó con Bob Fox, maestro de Educación Física en el estado de Colorado y fundador de “Speed Stacks”, quien, apasionado por esta práctica, difundió e hizo crecer el deporte Stacking hasta convertirse en un fenómeno mundial.
Pero… ¿en qué consiste exactamente?
Este deporte se basa en apilar y desmontar pirámides, utilizando 12 vasos de plástico con orificios y bordes especialmente diseñados para que los vasos se deslicen y no encajen, y realizando una serie de secuencias predeterminadas, usando ambas manos para apilar (aunque nunca en el mismo vaso). Existe la modalidad individual, dobles y por equipos (relevos cronometrados o cara a cara) y en ellas se desarrollan 3 jugadas, que quedan reflejadas en el reglamento de la Asociación Mundial del Deporte Stacking (WSSA-World Sport Stacking Association):
– El 3-3-3, donde se apilan y se desmontan tres torres de tres vasos cada una.
– El 3-6-3, donde, al apilar y desmontar, la pirámide central se compone de 6 vasos y las de los extremos, de 3 vasos.
– El ciclo, compuesta de 3 secuencias: de 3-6-3, de 6-6 y de 1-10-1.
Lo más interesante de este deporte no está en la estructura en sí misma, sino en su polivalencia y su capacidad de enriquecer otros contenidos, especialmente los del área de Educación Física. Las posibilidades son infinitas: pueden formar parte de circuitos de condición física, de instrumentos de percusión para nuestras clases de expresión corporal, de protagonistas en diferentes retos cooperativos, de herramientas para trabajar la puntería, de alternativa para fomentar los descansos activos…Sin contar los numerosos beneficios que tiene a nivel neuromotor (mejora la coordinación óculo-manual, la aptitud bilateral, la estructuración espacio-temporal, la atención, la concentración, la velocidad de reacción…), que son enormemente transferibles a la mejora del desempeño de otros deportes.
Pero los beneficios no solo se dan en el ámbito motriz, sino que a través de este deporte podemos trabajar de manera interdisciplinar con materias como la Música (trabajando el ritmo y las frases musicales), la Física (a través de juegos motrices de lanzamiento, impacto y recepción de vasos), las Matemáticas (utilizando el conteo y las operaciones matemáticas) y… ¡el arte!, pues los alumnos pueden realizar verdaderas obras de arte con los vasos, haciendo dibujos gigantes con la variedad de colores que se pueden adquirir y trabajando la perspectiva y la creatividad.
Incluso el deporte Stacking es un poderoso instrumento terapéutico para rehabilitar lesiones y mejorar patologías relacionadas con la lateralidad, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno de desarrollo de la coordinación (TDC) y otros como la disgrafía, tan comunes en la edad escolar.
En definitiva, puede ser practicado a cualquier edad y por personas de diferente diversidad funcional. Precisamente, en los eventos oficiales del Stacking, el rango de edad de los jugadores oscila entre los 4 años hasta las personas mayores de 60 años y existe una categoría Special Stacker, donde participan Stackers que tengan diagnosticada una discapacidad física y/o mental que impida el funcionamiento normal para realizar las habilidades físicas específicas de este deporte.
Como vemos, el Stacking no sólo es apilar vasos.
Es mucho más.
Es un deporte para todos.
Es trabajo en equipo, es constancia, es creatividad.
¿Qué más aplicaciones le darías al Stacking?