Autora: Olga Rodriguez Borrego.
El pasado 20 de Marzo se celebró el Día Mundial del Gorrión Común. Parece que “Días Mundiales”, solo los tienen causas que son muy importantes y sobre las que se desea llamar la atención y resulta raro que un pájaro tan abundante, familiar y conocido como el Gorrión Común, tenga un DÍA de esos, tan importantes.
Pero no, no es raro, el hecho de que haya un Día Mundial del Gorrión Común, encierra en realidad, una causa importante, llamar la atención acerca del declive de muchas especies de aves comunes, aves que hace 20 o 30 años, eran muy numerosas tanto en pueblos como en ciudades y que hoy presentan un importante declive de sus poblaciones no solo en las zonas urbanas, sino también en algunos entornos rurales, y el gorrión común es quizá la especie que mejor representa esta realidad.
¿Por qué especies tan comunes, como el gorrión común o la golondrina, se han enrarecido tanto en nuestras ciudades? Las causas son diversas y están todas muy relacionadas, aunque todas obedecen a algo común, las alteraciones en el hábitat de estos pequeños compañeros.
Los gorriones anidan en huecos y oquedades tanto de árboles viejos como de construcciones humanas, resquicios y grietas en tejados de teja, construcciones de adobe y ladrillos, que antes eran tan comunes en pueblos y ciudades. Hoy en día, los árboles viejos donde existen huecos, se cortan, los edificios modernos son acristalados y con tejados de hormigón, dificultando que los gorriones encuentren donde anidar. Además de la escasez de lugares para anidar, el otro gran problema es la escasez de alimento; compiten por el alimento con palomas y otras especies, que están teniendo un gran aumento en las ciudades; además, los pollos de gorrión se alimentan de insectos, y éstos son cada vez más escasos, ya que el campo cada vez se fumiga más, los insecticidas y los pesticidas acaban con insectos y las llamadas malas hierbas, que están dejando a los gorriones sin comida. Los atropellos, la depredación por parte de gatos o ratas y la contaminación se unen a estos factores, dejando la situación de la especie en un estado preocupante.
Así que aquí tenemos a estos amigos, “sin casa ni comida”, con lo que no es difícil imaginar, que cada vez haya menos.
Según datos de la ONG Seo/Bird Life, la población española de gorriones ha disminuido en la última década hasta un 14% en las áreas rurales y en algunos países europeos su declive es tan acusado que ha desaparecido de ciudades como Londres.
Ante estos problemas globales, nosotros como ciudadanos, tenemos que pensar en acciones locales que estén en nuestra mano, porque muchas pequeñas cosas hechas por cada uno de nosotros, pueden convertirse en algo muy grande. Así que aquí os dejo cinco consejos para ayudar a estos pequeños vecinos:
– No molestar nunca cuando sepamos donde hay un nido. Incluso podemos poner cajas nido en nuestras casas o pedir a nuestros profes poner alguna en el patio de nuestros colegios o institutos.
– Dejar en sitios estratégicos algo de alimento, podemos poner migas de pan en patios o ventanas.
– No perseguir ni matar a estos animales por juego o diversión.
– Contaminar lo menos posible, a través de pequeñas acciones como el reciclaje, producir menos basuras, reducir en lo posible nuestro consumo energético, redundarán en una mejora general del medio ambiente y de la contaminación.
– Difundir nuestro mensaje y concienciar a nuestros amigos y familiares de lo importante que es cuidar nuestro entorno.