Autor: Cesar Benito González.
Es de sobra conocido el papel del asociacionismo en nuestra sociedad, como derecho fundamental reconocido en la Constitución y como instrumento de participación comunitaria, además de tratarse de una tendencia natural propia de las personas, como recoge el preámbulo de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación. El texto introductorio de la ley también nos recuerda la importancia del asociacionismo para la conservación de la democracia, permitiendo a los individuos reconocerse en sus convicciones, perseguir activamente sus ideales, o hacerse oír o provocar cambios, entre otras pretensiones de vital importancia. También reconoce la importancia del fenómeno asociativo, como instrumento de integración en la sociedad y de participación en los asuntos públicos.
El colectivo de profesorado de Servicios a la Comunidad, y cada una de las personas que formamos parte del mismo, ya seamos funcionarios de carrera o interinos, con diversos orígenes y recorridos formativos, vitales y profesionales, no somos ajenos a esa inquietud humana, esa tendencia natural que nos llama a reunirnos en torno a nuestras inquietudes comunes (ya sea alrededor de una mesa o a través de las herramientas virtuales que nos ofrecen las nuevas tecnologías).
A pesar de que la especialidad no es nueva, las peculiaridades de su distribución en los diversos centros de trabajo (en los que en muchas ocasiones es la única representación de la especialidad), el desconocimiento, y en algunos casos la indefinición de sus funciones, o la gran diversidad de perfiles y tareas que forman parte de nuestro día a día, han dificultado en cierta medida la cohesión del colectivo. En muchos casos y durante mucho tiempo los y las profesionales de la especialidad de Servicios a la Comunidad han tenido que bregar en la soledad de su puesto de trabajo con todas estas dificultades, obstaculizando la posibilidad de que prendiese la chispa de la identidad del colectivo. Aunque el trabajo en equipo y en red, la dinamización social y comunitaria, la vinculación entre la escuela, las familias y la comunidad etc… hayan estado siempre ligadas al ADN de la especialidad.
Pero entonces llegó la pandemia y, además de todas las cosas negativas y situaciones trágicas que causó, se nos abrió un mundo de posibilidades del que hasta ese momento solo podíamos sospechar su potencial. Nos vimos forzados entonces a aprender aceleradamente a utilizar herramientas que hasta entonces nos sonaban a nombre de refresco de cola o equipo de la NBA; a hacer presentaciones, grabar “podcast”…; a resolver problemas técnicos propios y ajenos… Y tendremos que reconocer que algo bueno tuvo la pandemia y que ha venido para quedarse, que es el magnífico aprovechamiento que podemos hacer de las herramientas digitales. También la pandemia puso más en evidencia a partir del estricto confinamiento de aquel último trimestre (y pico) del curso 2020, la soledad del profesorado de Servicios a la Comunidad, y eso removió el espíritu de muchas compañeras y compañeros, y se prendió esa chispa que estaba latente esperando que surgiera el momento adecuado para encenderse.
En ese contexto se está debatiendo en el Congreso de los Diputados una nueva Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia que en sus sucesivos borradores, entre otras muchas cuestiones de calado, incluye una nueva figura a crear en los centros educativos; el coordinador o coordinadora de bienestar y protección. Ante la indefinición de esta figura en la ley y la gran diversidad de respuestas que se pueden esperar de las administraciones autonómicas, la Asociación Madrileña de PTSC, lidera la creación de una Mesa Estatal de PTSC en junio de 2020. A ésta se suman diferentes colectivos profesionales de profesorado de Servicios a la Comunidad, algunos de ellos constituidos en asociación, como es el caso también de Murcia y Castilla-La Mancha. La Mesa Estatal se forma con el objetivo de coordinar una acción conjunta a nivel de todo el estado para reclamar el reconocimiento del perfil profesional del profesorado de Servicios a la Comunidad como el más idóneo para la asunción de las funciones del coordinador/a de bienestar y protección, ya que muchas de ellas coinciden con las funciones encomendadas por la legislación autonómica para el PTSC en su trabajo dentro los servicios de orientación. En ese momento son varias compañeras de Castilla y León las que ejercen la representación de la autonomía en la mesa, Elena Barriuso Arranz, Mª Ángeles Antón Sierra y Carmen Bermejo Martín. La puesta en marcha de la Mesa Estatal se traduce de manera práctica en Castilla y León en la creación de grupos de WhatsApp de carácter provincial que sirven como catalizadores de las inquietudes del colectivo para su debate en la Mesa Estatal, y como transmisores de las actuaciones de la misma, a nivel local. De esta manera se crea una primera estructura organizativa “informal” que responde a las necesidades del momento y supone el germen de la creación de la asociación.
Destaca también en este marco el papel que ha jugado la presente sección de Servicios a la Comunidad de la Revista Digital, que ha servido como relato y diario de nuestro trabajo como PTSCs, dando forma y voz a la realidad del colectivo y su labor profesional.
Ya en el curso 2021-22 de manera independiente al proceso seguido hasta entonces en torno a los grupos de WhatsApp constituidos en el marco de la Mesa Estatal, se comienza a gestar la necesidad de constituir una organización profesional representativa del colectivo a nivel autonómico. La iniciativa surge de varias personas que comparten intereses y, en concreto, la convicción de que es necesario crear una estructura formal, dentro del marco legal de la legislación que regula el asociacionismo, para dar cauce a las inquietudes activadas por todos los condicionantes previos y los retos que han puesto sobre la mesa. Uno de ellos, surgido de manera imprevista, se convirtió en el detonante definitivo para la conformación del grueso del colectivo que iba a constituirse en asociación unos meses después. Este hecho fue la creación de las Unidades de acompañamiento y orientación personal y familiar (UNAO) del alumnado educativamente vulnerable de Educación Primaria y Secundaria, en el periodo 2021-2024, como complemento a los Servicios de Orientación existentes en nuestra Comunidad Autónoma, como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Educación y Formación Profesional. La reclamación colectiva sobre el reconocimiento de nuestro perfil profesional dentro de dichas unidades supuso el espaldarazo a la iniciativa de creación de una asociación autonómica de Profesorado de Servicios a la Comunidad, que ha movilizado en el momento de su institución a casi 120 profesionales que representan a todas las provincias de Castilla y León, y todos los perfiles profesionales de la especialidad.
Así, en el mes de marzo de 2022, después de varias reuniones virtuales preparatorias, algún encuentro presencial, largas conversaciones telefónicas y multitud de correos electrónicos, se celebra la reunión fundacional de la Asociación castellanoleonesa de Profesorado de Servicios a la Comunidad, cuyos fines constitutivos son los siguientes:
- Dar visibilidad y reconocimiento a la labor y funciones del Profesorado de Servicios a la Comunidad.
- Potenciar la autonomía profesional del Profesorado de Servicios a la Comunidad dentro de la normativa castellanoleonesa.
- Propiciar el intercambio experiencias innovadoras, recursos y conocimientos entre Profesorado de Servicios a la Comunidad.
- Desarrollar un sistema de interlocución directa con la administración educativa.
- Ser nexo de unión entre los centros educativos, alumnado-familias y recursos externos.
- Promover el aumento de Profesorado de Servicios a la Comunidad con el objetivo de dar mayor calidad a nuestra intervención y mejorar las condiciones laborales del Profesorado de Servicios a la Comunidad.
- Contribuir a la investigación y la formación en titulaciones universitarias más afines al perfil profesional.
- Reconocer y reivindicar nuestro papel en la gestión y mejora de la convivencia y en el bienestar de la infancia en los centros educativos.
- Mejorar la calidad de la intervención socioeducativa, sociofamiliar y sociocomunitaria que realiza el Profesorado de Servicios a la Comunidad.
- Potenciar las relaciones con otras entidades que tengan nuestros mismos fines.
- Y cualquier otro que tenga relación directa con la defensa y mejora profesional del Profesorado de Servicios a la Comunidad.
La Junta Directiva que sale de dicha reunión y que inicialmente toma las riendas de la asociación, representa a las personas y momentos que han dado lugar a su constitución. Enlazando con el trabajo realizado en el seno de la Mesa Estatal, Elena Barriuso asume la presidencia, dando continuidad a su compromiso adquirido representado a Castilla y León en la Mesa Estatal. La vicepresidencia está a cargo de Pilar Moreta, cuya convicción, dedicación y energía, han dado alas al proceso que, en apenas unos meses desde que lo propuso, ha tomado forma rápidamente. En la secretaría estará un servidor, César Benito, para seguir trabajando por nuestra figura profesional desde el ordenador, rodeado de papeles y archivos; y como vocal, Javier Sánchez, que ha demostrado en todo el proceso un amplio conocimiento del colectivo y las personas, aportando confianza y cohesión entre los que formamos parte de este proyecto, tan ilusionante por una parte, pero tan complejo y repleto de retos de gran calado para nuestro sistema educativo y el bienestar de su alumnado.
Solo me queda dar la enhorabuena a todo el colectivo y desear a la nueva plataforma la mejor de las suertes para el logro de sus objetivos.
César Benito González es PTSC en el IES Enrique Flórez (Burgos)
Blog: www.educacionyculturapopular.com
Linkedin: www.linkedin.com/in/cesarbenito