Autora: Sara Bragado Morales.
Este artículo se centra en otra discapacidad, esta vez el autismo, teniendo en cuenta que, en los últimos años se ha constatado un considerable aumento de casos detectados y diagnosticados en España. Puede ser que este incremento se deba a: un aumento real de este tipo de discapacidad, unos mejores procedimientos de diagnóstico y/o a un mayor conocimiento y preparación de los profesionales.
Los trastornos de espectro autista (TEA) engloban una serie de discapacidades o trastornos que causan problemas significativos de sociabilización, comunicación y conducta. Hasta aquí es el concepto común, pero dentro de este trastorno existen importantísimas diferencias, desde personas que no desarrollan el lenguaje y presentan discapacidades intelectuales, a individuos con una inteligencia superior a la media.
Según la Confederación de Autismo en España, de desconoce el número de casos que existen en nuestro país, ya que no existen estudios poblacionales ni censos oficiales. En Europa, apuntan una prevalencia de aproximadamente 1 caso de TEA por cada 100 nacimientos (Autism-Europe aisbl 2015). En estudios recientes realizados en EEUU, 2012- los datos son de 1 por cada 88.
Además, de cara a poder pasar a la práctica (a una buena práctica) en nuestras aulas, debemos tener en cuenta una serie de características (más o menos comunes) en niños con TEA. Así, según J. Artigas, “la alteración en el lenguaje es una característica común en la mayor parte de los afectados de autismo. De hecho, el primero y más frecuente motivo de consulta de un niño autista es el retraso en la adquisición y/o comprensión del lenguaje. Los problemas con el lenguaje pueden dificultar enormemente la adquisición de las competencias y su integración en el aula.”
Por ello, si tenemos un alumno con TEA (aunque son muy diferentes entre sí) debemos tener en cuenta una serie de principios metodológicos y de estrategias para trabajar en el aula, más o menos generales:
ü Lo primero y más inmediato es contar con un sistema de comunicación, ya sea aumentativo o alternativo para nuestro/s alumno/s.
ü Anticipar las actividades o acontecimientos.
ü Trabajar mediante rutinas.
ü Organizar los espacios y utilizar ambientes estructurados.
ü Trabajar con pictogramas o fotografías reales.
ü Método TEACH: que tiene en cuenta, entre otras cosas, la información visual, la organización espacial, las rutinas flexibles y la individualización.
ü Las actividades deben tener un principio y un fin.
ü Minimizar los elementos distractores tanto visuales como auditivos.
También existen numerosos recursos digitales, juegos y aplicaciones destinadas al aprendizaje de alumnos con TEA que podemos tener presentes en el aula.
En el siguiente artículo entrevistaremos a profesionales expertos en autismo, que trabajan en su día a día con alumnos TEA de todas las edades, con el objetivo de compartir una pequeña parte de su experiencia.
Autora: Sara Bragado Morales
Bibliografía:
http://www.autismo.org.es/
https://www.universidadviu.es/
http://www.fespau.es/
Artículo “El lenguaje en los trastornos autistas” J. Artigas