Autor: Florentino Lomillo Álamo.
Florentino Lomillo Álamo. Fundador escuela municipal de ajedrez de Burgos, monitor de ajedrez, árbitro de ajedrez, jugador de ajedrez, subcampeón de Castilla y León absoluto en Burgos en dos ocasiones, subcampeón de Castilla y León absoluto en 2010. Profesor.
Campeón por equipos de León absoluto con el equipo DamaPark 2017/2018.
Continuamos con los artículos de ajedrez tratando un tema que siempre ha estado de actualidad, pero que con los avances técnicos se va vislumbrando más y más interesante.
Hace no tantos años era impensable que un programa o artilugio creado por el hombre batiese a un jugador profesional de ajedrez. Poco a poco las máquinas fueron apareciendo, la informática se fue desarrollando y el ajedrez se mantuvo en el punto de mira de esa actividad que podría marcar si podemos crear los humanos algo realmente inteligente (no comparto esa idea, pero ha sido y es la creencia mayoritaria).
Un punto de inflexión se produjo con los encuentros entre el entonces campeón del mundo Garry Kasparov y Deep Blue. Las máquinas creadas por el hombre hasta ese momento no habían alcanzado el nivel suficiente para ser consideradas dignas rivales de un campeón del mundo. Siempre se hablaba de la intuición humana como algo que les faltaba a estas máquinas y, claro está, la potencia de cálculo no era aún la necesaria para emprender la empresa ganar a uno de los mejores campeones del mundo de ajedrez de la historia.
En 1996, un superordenador de IBM Deep Blue tuvo su primer encuentro a seis partidas con el campeón del mundo, o mejor dicho, el campeón del mundo se jugó su prestigio, y alguno dijo también que el de la raza humana, jugando contra un ordenador un encuentro a seis partidas. El resultado de ese primer encuentro fue de cuatro a dos a favor del Ogro de Bakú, que era como se le conocía y aún se le recuerda, a Garry Kasparov.
Parece que el prestigio humano estaba aún salvaguardado, pero al año siguiente en 1997, hubo un segundo encuentro a seis partidas también y no fue hasta la última partida de un igualado duelo en que Deep Blue se alzó con la victoria por tres y medio a dos y medio. Kasparov no volvió a jugar otro encuentro con Deep Blue, realmente en el balance global de los dos encuentros había sido mejor, así que …. ¿para qué estropearlo?, además, los avances técnicos hacían a la máquina mejor día a día, pero Kasparov, no tenía tanto margen de mejora….
Hay un factor del que no se habla mucho y es el hecho del que hablan muchos jugadores con los que se ha enfrentado Kasparov y es la energía que desprende, su mirada, su semblante, su aplomo…… Dieron la vuelta al mundo las caras de estupefacción que puso Kasparov, cuando Karpov en una de sus numerosas partidas con Garry se dejó la calidad (diferencia de valor entre una torre y una pieza menor, caballo o alfil).
Con una máquina no hay intimidación posible, no hay sugestión aplicable, no hay posturas distintas en cada situación. En las partidas un operador de IBM, llevaba las jugadas de Deep Blue al tablero, sin opciones para el campeón del mundo de establecer ningún halo de influencia…
Si vemos los vídeos de ese encuentro se ven situaciones en las que Kasparov mira al operador buscando información de su rival. Esa faceta no era posible, y le fue imposible entender jugadas de la máquina que fueron simplemente errores de la programación.
En diciembre de 2016 Kasparov declaró entre otras cosas: “Hoy se puede comprar un motor de ajedrez para tu portátil que ganaría a Deep Blue, fácilmente”
Estamos en 2020, y los programas y módulos ajedrecísticos no hacen sino mejorar…..
El mejor jugador del mundo no es humano
Eso está claro, muy claro…. Pero el menos está creado por el hombre. Sin embargo, se ha dado un avance sustancial en la estrategia de programación de las máquinas. Primero fue la fuerza bruta, es decir, analizar y analizar hasta llegar a una ventaja incuestionable que permitiera parar por la claridad del veredicto en la posición. A pesar de los avances en las máquinas, la capacidad de cálculo seguía siendo insuficiente, se pretendía que las máquinas copiaran la mentalidad humana que hace que no se pierda tiempo analizando ciertas líneas, por su absurdez, motivos estratégicos claros, o mera intuición. En una conferencia que dio en León Amador Cuesta, experto en informática y ajedrez hablaba por ejemplo de cómo centros de computación importantes usaban la fuerza bruta, pero partiendo de posiciones sugeridas por fuertes grandes maestros. Esta búsqueda dirigida, ahorraba muchísimo tiempo de cálculo y permitía llegar al fondo de posiciones que la teoría había considerado insulsas o de igualdad, descubriéndose las posibilidades reales del ajedrez.
Karpov en León, navidades 2019/20
Tres en raya
El ajedrez no deja de ser un tres en raya… a lo bestia, pero que muy bestia, vamos que la mente humana no se puede ni imaginar la bestialidad… pero un potente, muy potente ordenador sí.
El ajedrez es un juego finito, con posibilidades finitas. La vida humana es corta y el poder de cálculo de los ordenadores es el que es. La vida humana permanece en los mismos parámetros de duración, pero la potencia de cálculo de las máquinas, crece. El hecho de hacer un árbol de variantes con todas las variantes posibles en ajedrez se ve cada vez más cercano, pero aún así ese enfoque requiere un coste computacional aún demasiado grande.
Hace falta un nuevo enfoque.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial viene a ser una complicación de los sistemas electrónicos secuenciales que dependen del estado anterior. Es decir, que un sistema aprende de lo que ha sucedido previamente y tiene en cuenta esa información para futuras decisiones.
Si nosotros en lugar de estrategias, reglas generales, principios posicionales, tácticos…, .enseñamos a una máquina las reglas del ajedrez y hacemos que juegue contra sí misma… y aprenda ¿Qué sale?
Alpha Zero
Se trata de una red neuronal que acumula conocimiento de las partidas previas. Le dijeron a la máquina: olvídate de Kaspárov y de Fisher, estas son las reglas del ajedrez, juega contra ti misma y aprende sola y, sorprendentemente, esto dio un resultado fantástico en el juego del Go y posteriormente en el ajedrez. Esto tiene una lectura poética: los humanos no servimos para nada. Deja de contarme lo que habéis aprendido en 500 años, lo aprendo en 4 horas yo sola”. Illescas va más allá. “Nosotros le queríamos forzar a jugar como humanos y las máquinas tienen que pensar como máquinas”. (Illescas ha sido y es uno de los mejores jugadores españoles de ajedrez de la historia, y la primera persona que tuvo en su DNI en España como profesión: Ajedrecista).
Alpha Zero tiene una capacidad de proceso de alrededor de 80.000 posiciones por segundo en ajedrez en comparación con los 70 millones de Stockfish 8, que era el módulo, o programa para jugar al ajedrez considerado más fuerte. Lo novedoso de Alpha Zero, fue su estrategia de aprendizaje. Jugó contra sí mismo y aprendió mucho, mucho. De esa manera no se usa la fuerza bruta sino la experiencia previa. Y funciona, tanto que algunos grandes maestros como Anand han hecho comentarios del tipo que tras siglos intentando buscar la perfección en ajedrez, una máquina en unas cuantas horas era capaz de encontrarla… o casi.
Desde luego una de las consecuencias de todo esto es que Alpha Zero ha marcado un antes y un después en los programas que juegan al ajedrez, y que si alguien tenía alguna duda al respecto el hombre ya quedó atrás… muy atrás.
Hasta la proxima
Primeo un hombre cualquiera, luego un campeón del mundo, pero la verdad no es humana. Está en el tablero
Enlaces
Alpha Zero contra Stockfish
https://www.chess.com/news/view/google-s-alphazero-destroys-stockfish-in-100-game-match
Reglamento de ajedrez de la FIDE en español
http://feda.org/feda2k16/wp-content/uploads/Leyes-2017.pdf
Federación de ajedrez de Castilla y León
Proposición no de ley promoción del ajedrez en Castilla y León
El hombre contra la máquina
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