Servicios públicos prestados por entidades privadas: La contratación pública

04 diciembre 2019 1

  Autora: Rosa Fernández Pérez.

           

En este artículo se va a dibujar un pequeño trazo de lo que es la contratación pública en España. Lo primero es definir el término, así, se entiende por “contratación pública”, “aquellos contratos onerosos que las Administraciones Públicas realizan con empresas privadas, para que sean éstas las que presten los servicios, ejecuten las obras o proporcionen los suministros que deberían ser entregados por las entidades públicas”. 

            Esta prestación de servicios públicos por entidades privadas ha crecido a lo largo de los años. El número es tan importante que, algunos autores ya hablan de que el “sector público” deja de tener este concepto para ser un “proveedor de servicios” (Broadment, 2013). Los entes públicos proveen a la ciudadanía el servicio, independientemente de por quién sea prestado. 

Los datos sobre la evolución del número de contratos públicos e importe de los mismos, son los siguientes:

AÑO 2016

Administración del Estado:

  • nº de contratos: 19.430
  • importe de los mismos: 3.272.914.102€

Comunidades Autónomas:

  • nº de contratos: 
  • importe de los mismos: 11.188.614.263€

Entidades Locales:

  • nº de contratos:  76.975           
  • importe de los mismos: 5.681.428.478 €

AÑO 2017

Administración del Estado:

  • nº de contratos: 22.594
  • importe de los mismos: 5.976.105.795€

Comunidades Autónomas:

  • nº de contratos:  118.535
  • importe de los mismos: 11.658.006.997€

Entidades Locales:

  • nº de contratos:  81.169
  • importe de los mismos: 7.038.878.151€

Fuente: Ministerio de Hacienda. Junta Consultiva de Contratación. Registro Público de Contratos.

            La justificación del incremento de la contratación pública ha sido la necesaria reducción del gasto público en los presupuestos, impulsado, sobre todo, desde la Unión Europea. Esta reducción del gasto en Europa ha argumentado la entrada del sector privado en la ejecución de funciones propias del ámbito público.

Paradójicamente se admite, sin más, la eficiencia del sector privado sobre el público. Pero si analizamos algunos estudios e investigaciones en este campo, las conclusiones reflejan otros resultados. Uno de ellos concluye que la Administración, mediante contratos con empresas privadas, soporta unos gastos mayores mediante este sistema, que prestando el servicio por si misma (Lopez y Julve, 2003). Así, en las auditorías realizadas en Reino Unido por la NAO (National Audit Office), se determina que en las contrataciones públicas analizadas lo que se genera es un enriquecimiento excesivo por parte de las empresas privadas (Caperchione, Demirag y Grossi, 2017).

            No hay que olvidar que la “contratación pública” es un instrumento, regulado mediante ley, al servicio de las autoridades públicas para cumplir sus funciones y llevar a cabo sus políticas. Los órganos administrativos determinan los parámetros que deben cumplir los proveedores privados para que se les adjudiquen los contratos. Claramente es un medio para ejecutar las políticas públicas y conseguir los objetivos gubernamentales. No hay que obviar que “Gobierno” no se refiere únicamente a las estructuras políticas o a la gestión de los Estados, designa el modo de dirigir la conducta de individuos o grupos (Foucault, 1988).

            Foucault define la acción de “gobernar”, como diferente de las acciones de “reinar”, “mandar” o “hacer la ley”. Los instrumentos políticos, como la contratación pública, deben buscar que los intereses de los gobernados coincidan con los objetivos gubernamentales fijados de antemano. No se busca imponer, sino que la gobernabilidad vaya en la línea con lo que solicita la ciudadanía. Una ciudadanía que debe ser escuchada, ya que tus impuestos constituyen los ingresos de las instituciones públicas.

            La reflexión sobre esta cuestión es clara, si los intereses de los gobiernos deben coincidir con los de la ciudadanía, se constata que la ciudadanía es la que persigue que los servicios públicos sean prestados por empresas privadas. En la práctica, hay numerosas plataformas y asociaciones en contra de estas medidas contractuales. La pregunta es clara, ¿los intereses de la ciudadanía van en la misma dirección de las acciones que llevan a cabo los gobiernos?

2 ENER 2022
Un compromiso para la sostenibilidad

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA.

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

En la actualidad hablar de economía social, parece una invención más que una realidad. El término hace pensar en una economía distanciada del logro de una rentabilidad monetaria.  A pesar de la percepción del vocablo, este tipo de economía existe y está regulada en una norma. La ley la define como el conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos (artículo 2 de la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social).

Por tanto, esta economía está formada por empresas y entidades que realizan actividades en el ámbito privado, pero con características diferentes a las llamadas empresas del capital. Son “una forma diferente de hacer empresa”. Esta diferencia se manifiesta en su compromiso fundacional con una serie de valores y principios de actuación que constituyen su lógica organizativa y su actividad empresarial en base a los siguientes elementos: a) una clara preeminencia de las personas sobre el capital; b) la apuesta por la autonomía y democracia en la gestión; c) la solidaridad (interna y externa) y; d) la prioridad del servicio a sus miembros y a la comunidad por encima de la consecución de beneficios (Monzón, 2003; Chaves et. al, 2003).

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1 Nov 2021 1
Un compromiso para la sostenibilidad

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

                                                           “La Tierra ofrece lo suficiente como para satisfacer lo que cada hombre necesita, pero no para lo que cada hombre codicia” (Gandhi)

El libro de Sergio del Molino ha dado nombre a amplias zonas de la España interior: “la España vacía”, y también ha avivado la discusión política, social y económica sobre la pérdida de población de las zonas rurales. Un medio rural que supone el 80% del territorio español, pero en él solo vive el 20% de la población, y esa cifra va en descenso[i]. Cifras alarmantes que han llevado a  hablar de la “no rentabilidad económica” de ciertos servicios en los pueblos, como la sanidad, educación, transporte público, etc…

Históricamente, desde los años 50 y 60 con el comienzo de la industrialización, en España comenzó el proceso de despoblación del mundo rural, que produjo un desplazamiento progresivo de personas de los pueblos a la ciudad. En un primer momento, las ciudades se construyen para albergar a trabajadores de las nuevas fábricas e industrias, construyendo para ello, bloques de viviendas rápidas y en vertical, para alojar a la mayor cantidad de personas posibles en el menor espacio. Construcciones y formas de diseño de viviendas y edificios que favorece una vida urbana generadora de desinterés por lo que le sucede al otro (Luja y otros, 2014).  Estas aglomeraciones de población en núcleos urbanos pasan a convertirse en residencias para ciudadanía que debe producir, además de lugares que favorecen el aislamiento de las personas, la insensibilidad en todo aquello que no sean intereses personales y la desafección de lo público (Camps, 1993).

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4 mayo 2021
Un compromiso para la sostenibilidad

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA.

 

Autora: Rosa Fernández Pérez.

    La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes

 (John Lennon)

Vives en un mundo organizado, o al menos, eso crees. Todo tiene sus leyes, sus espacios, su simbología y así te sientes sereno, porque este “aparente” orden te ofrece tranquilidad. Aunque existan tormentas, terremotos, enfermedades, … ansias el equilibrio que desprende la inercia de lo conocido. Esta distribución del orden se establece desde el mundo de lo material. Así, te sientes sereno con tus sitios de ocio, tus lugares de compra, tu nuevo móvil, tu nuevo traje, …; y el consumir y ver a personas por las calles te da la sensación de alegría y de progreso.

 Este progreso alimentado desde el capital, parece que te reporta grandes beneficios materiales, pero no piensas en todas las desventajas sociales que van asociadas a él. Los valores culturales y sociales, el valor de la sabiduría, el cuidado del pensamiento, del conocimiento y los grandes pensamientos filosófico, han sido suplantados por un sistema racional, que generó, lo que Weber[1]  llamó “desencantamiento” del mundo. 


[1] Weber, Max (1864-1920), fue un sociólogo, filósofo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública,

  

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