Autora: Rosa Fernández Pérez.
El uso intensivo de materias primas, cada vez más escasas, lleva aparejado una gran inseguridad sobre la futura disponibilidad de las mismas.
Esto refleja el sistema económico en el que vivimos, una economía lineal, basada en:
- extraer-fabricar-vender-usar-tirar”.
límites planetarios para poder seguir con el expolio de los recursos naturales necesarios para poder asegurar el desarrollo de los países industrializados. Esto se reflejó en el Informe “Los límites al crecimiento”.
Este estudio concluye, junto con otros que se realizaron más adelante, que las dinámicas de crecimiento en población, en economía, en consumo de recursos, en residuos, etc., no son sostenibles y pueden llegar a colapsar el planeta. Algunos de ellos ya son palpables actualmente,
- crisis humanitarias,
- ·desastres como inundaciones, tormentas, terremotos, etc, Éstos obligaron, en el año 2016, a 24,2 millones de personas a huir de sus hogares
- conflictos armados, que supusieron un desalojo de unos 9 millones en 2016 de sus lugares. La mayor parte de estos conflictos producidos en países en vías de desarrollo por la búsqueda de materias primas para exportar a los países industrializados.
Por su parte, ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados), calcula “que entre 250 y 1.000 millones de personas de todo del mundo perderán sus casas o se verán forzadas a mudarse de territorio y hasta de país en los próximos 50 años”.
a Unión Europea es consciente de la insostenibilidad del sistema, pero que continúa con las mismas políticas que la generan. Por ello, determina un cambio en su política, y apuesta por una economía circular, dentro de la llamada eficiencia en el uso de los recursos e innovación, objetivos que han de alcanzarse progresivamente en los años 2020 y 2050.
eficiente en el uso de los recursos, que puede lograr bajar la emisión de carbono, que puede ser capaz de identificar y crear nuevas oportunidades en la economía impulsando la innovación y la competitividad de la UE, que logrará garantizar la seguridad del suministro de recursos esenciales y a lucha contra el cambio climático.
En conclusión, se proyecta dar una transición desde una economía lineal (en la que estamos actualmente) a una economía circular.
Esta transición está pensada para lograr:
- Diseñar productos que sean reciclables.
- Fomentar la innovación y la experimentación.
- Incrementar la inversión en investigación, pudiendo impulsar proyectos de investigación en las universidades que mejoren las propuestas de empresas, como ya están realizando algunas empresas españolas.
- Reparar productos. Este hecho supone una menor incautación de recursos naturales y menos basura y residuos (“cero residuos”)
- Reciclar productos.
- Reutilizar objetos.
- Fomentar la producción ecológica.
- Conseguir una economía más colaborativa y social.
- Asentar una política de menos utilización de energía, con lo cual, menos contaminación, menos emisión de gases invernadero, etc…
- Mermar la cantidad de desperdicios alimenticios.
- Invertir en tecnologías limpias y energías renovables.
- Impulsar una edificación eficiente.
Este nuevo pensamiento de la economía circular se basa en conceptos claves, lo denominado el enfoque multi-R, repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar la energía. Esta economía, como vemos, trasciende el reciclaje.
Después de esta reflexión se puede pensar que, con este cambio económico, quizás necesitemos volver a la reparación de zapatos, al modista, a la restauración, a la reparación de piezas… ¿será así o no?
Dos videos cortos: uno de ellos muestra un resumen de lo que es la economía circular y el otro, la puesta en práctica de este tipo de economía en algún país europeo.
- Repensar el proceso: Economía Circular: https://www.youtube.com/watch?v=7caAxy3Gkd4
- Economía circular en Viena: https://www.youtube.com/watch?v=ol-2PVhwCLU
Imágenes: Pixabay.