MIRA DETRAS DE LA PUERTA.

3 MARZO 2021

  Autora: Rosa Fernández Pérez.

         

Hace años que la concepción de las empresas ha cambiado. Su definición puramente económica ha desaparecido, para dejar paso a la consideración de empresas como entes sociales. Es claro que estas entidades juegan un rol social, ya que crean productos para la ciudadanía, utilizan los servicios de la sociedad como es su mano de obra, adquiere materias primas que pertenecen a todos los individuos, participan en la vida diaria de un lugar y deciden sobre cuestiones que tienen consecuencias en la vida cotidiana de las personas.

Esta corriente de pensamiento que está instalada actualmente, se refiere a un conjunto de responsabilidades empresariales, que van más allá de lo puramente económico. Archie Carroll, en 1979, determinó que las responsabilidades de los negocios abarcan las expectativas económicas, legales, éticas y filantrópicas. Este fundamento ético en la actuación de las empresas debe tener en consideración a todos los grupos de interés (Freeman, 1983). Esto grupos de interés son “aquellas personas o grupos que pueden incidir en los objetivos de la empresa o verse afectado por las operaciones de la misma” (Freeman, 1983). Algunos ejemplos de grupos de interés de una empresa son, los consumidores, proveedores, medio ambiente, ciudadanos, trabajadores, entre otros.

Esta evolución de las empresas desemboca en el concepto de Ciudadanía Corporativa. Este concepto supone el establecimiento de una cultura empresarial que busca un compromiso ético por parte de las corporaciones. Esta actuación legitima la actuación de estas empresas frente a la sociedad  (Wartick & Cochran, 1985; Neu et al., 1998; Hooghiemstra,2000; Deegan, 2002). Esta legitimación la concede la sociedad, que también la puede quitar, de varias formas, como puede ser, no comprando en los negocios que considera, manifestándose en contra de la empresa, denunciándola, etc…

Después de esta introducción, queda claro que, como ciudadanía, tenemos la potestad de elegir a quién comprar, con quién relacionarnos y cómo posicionarnos en contra de cualquier tipo de actitud de una organización que no nos favorezca.

¿Qué ocurre cuando esta organización es pública? Ocurriría lo mismo. Pero esto es aún más obvio ya que, las entidades públicas, por definición, son entes sociales que buscan el bien común.

Por otra parte, hemos de aclarar el concepto de “institución pública” y no confundirla con la “institución política”, que pertenece al partido político que gobierna en cada uno de los momentos. Lo político es temporal (el tiempo de mandato) y la institución pública es permanente en el tiempo. La institución pública tiene como objetivo la búsqueda del interés común de toda la ciudadanía y esto, debe venir acompañado de políticas que redunden en su beneficio. Con esta actuación, la institución pública debe procurar la confianza de la sociedad.

Por tanto, las políticas dirigidas al bien común deben pensar en las personas de forma integral. Pensemos, por ejemplo, en la política sanitaria. Lo sanitario no es solo curar, es ofrecer todas las herramientas posibles a las personas para que su forma de vida sea saludable. Esto puede ser, cuidar la contaminación para disminuir los problemas pulmonares, favorecer espacios de ocio y deporte que las personas mejoren su estado físico y psíquico, informar e incluso, eliminar del mercado, productos que sean perjudiciales para el organismo, etc….

Las políticas públicas deben favorecer, en todo momento, una vida “vivible” de la forma más plena posible. Una vida que permita disfrutar de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestras amistades, de nuestros descansos, de nosotros mismos, en definitiva, de todo aquello que nos permita ser felices.

Desde hace ya tiempo, pareciera que nuestra vida únicamente está orientada a la “producción”. Parece que solo se cuida nuestra parte de nuestra existencia en la que producimos para un mercado que nos devora. Los padres no pueden disfrutar de sus hijos pequeños, porque el mundo laboral, exigente, obliga a tener guarderías, familiares o personas contratadas que cuiden, conozcan y se diviertan con nuestros hijos. Los jóvenes, tienen que trabajar en multitud de empleos que, además, no son suficientes para vivir de una forma digna. Los mayores, los que ya salen del mercado laboral, se convierten en “invisibles” y en una “carga” para esta sociedad productiva. En este momento se produce la búsqueda de dónde «aparcarlos”. Los hijos no pueden acompañarlos porque el mercado laboral no lo permite, así que, igual que a los niños, se les buscan personas contratadas o residencias que atiendan sus necesidades básicas. Solo las necesidades básicas, porque el cariño, el abrazo, la sonrisa, y el ánimo no lo pueden disfrutar con quienes les gustaría hacerlo. Esto nos debe hacer reflexionar que, a pesar de ser personas nos hemos olvidado de nuestra faceta emocional. Nos hemos olvidado del aspecto que nos diferencia de la materia.

El mundo productivo fagocita nuestra verdadera existencia y ahí estamos, alimentando este mundo. Queda en nuestras manos cambiar esto, si es que de verdad queremos. 

2 ENER 2022
Un compromiso para la sostenibilidad

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA.

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

En la actualidad hablar de economía social, parece una invención más que una realidad. El término hace pensar en una economía distanciada del logro de una rentabilidad monetaria.  A pesar de la percepción del vocablo, este tipo de economía existe y está regulada en una norma. La ley la define como el conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos (artículo 2 de la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social).

Por tanto, esta economía está formada por empresas y entidades que realizan actividades en el ámbito privado, pero con características diferentes a las llamadas empresas del capital. Son “una forma diferente de hacer empresa”. Esta diferencia se manifiesta en su compromiso fundacional con una serie de valores y principios de actuación que constituyen su lógica organizativa y su actividad empresarial en base a los siguientes elementos: a) una clara preeminencia de las personas sobre el capital; b) la apuesta por la autonomía y democracia en la gestión; c) la solidaridad (interna y externa) y; d) la prioridad del servicio a sus miembros y a la comunidad por encima de la consecución de beneficios (Monzón, 2003; Chaves et. al, 2003).

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1 Nov 2021 1
Un compromiso para la sostenibilidad

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

                                                           “La Tierra ofrece lo suficiente como para satisfacer lo que cada hombre necesita, pero no para lo que cada hombre codicia” (Gandhi)

El libro de Sergio del Molino ha dado nombre a amplias zonas de la España interior: “la España vacía”, y también ha avivado la discusión política, social y económica sobre la pérdida de población de las zonas rurales. Un medio rural que supone el 80% del territorio español, pero en él solo vive el 20% de la población, y esa cifra va en descenso[i]. Cifras alarmantes que han llevado a  hablar de la “no rentabilidad económica” de ciertos servicios en los pueblos, como la sanidad, educación, transporte público, etc…

Históricamente, desde los años 50 y 60 con el comienzo de la industrialización, en España comenzó el proceso de despoblación del mundo rural, que produjo un desplazamiento progresivo de personas de los pueblos a la ciudad. En un primer momento, las ciudades se construyen para albergar a trabajadores de las nuevas fábricas e industrias, construyendo para ello, bloques de viviendas rápidas y en vertical, para alojar a la mayor cantidad de personas posibles en el menor espacio. Construcciones y formas de diseño de viviendas y edificios que favorece una vida urbana generadora de desinterés por lo que le sucede al otro (Luja y otros, 2014).  Estas aglomeraciones de población en núcleos urbanos pasan a convertirse en residencias para ciudadanía que debe producir, además de lugares que favorecen el aislamiento de las personas, la insensibilidad en todo aquello que no sean intereses personales y la desafección de lo público (Camps, 1993).

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4 mayo 2021
Un compromiso para la sostenibilidad

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA.

 

Autora: Rosa Fernández Pérez.

    La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes

 (John Lennon)

Vives en un mundo organizado, o al menos, eso crees. Todo tiene sus leyes, sus espacios, su simbología y así te sientes sereno, porque este “aparente” orden te ofrece tranquilidad. Aunque existan tormentas, terremotos, enfermedades, … ansias el equilibrio que desprende la inercia de lo conocido. Esta distribución del orden se establece desde el mundo de lo material. Así, te sientes sereno con tus sitios de ocio, tus lugares de compra, tu nuevo móvil, tu nuevo traje, …; y el consumir y ver a personas por las calles te da la sensación de alegría y de progreso.

 Este progreso alimentado desde el capital, parece que te reporta grandes beneficios materiales, pero no piensas en todas las desventajas sociales que van asociadas a él. Los valores culturales y sociales, el valor de la sabiduría, el cuidado del pensamiento, del conocimiento y los grandes pensamientos filosófico, han sido suplantados por un sistema racional, que generó, lo que Weber[1]  llamó “desencantamiento” del mundo. 


[1] Weber, Max (1864-1920), fue un sociólogo, filósofo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública,

  

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