LOS HILOS QUE NO VEMOS

09 mayo 2020 01

  Autora: Rosa Fernández Pérez.

         

¿Cómo es que tenemos tanta información, pero sabemos tan poco?

Noam A. Chomsky

La sección actual se trata de “Párate a pensar”, y lo vamos a intentar hacer. Párate un momento, mira y escucha lo que sucede y te sucede todos los días:

 “Estás en el médico para ser atendido. Hay muchas personas esperando contigo. Cabezas bajas, con nervios, quieren entrar, …deseas que los pacientes que están dentro no tarden, así puedes entrar pronto e ir a otro sitio. El médico tiene una lista grande de personas que confían en ser atendidas. Pero, a veces, parece demasiado la espera. No quieres estar tanto tiempo ahí, pero también sabes que atender a un enfermo lleva su tiempo. Y, además, pretendes que a ti también te presten atención. Dentro de todo este estrés, te encuentras enfermo, con pocas fuerzas y con necesidad de cuidados.”

Es un ejemplo de la vida diaria.  ¿crees que esto sucede inevitablemente o que es algo premeditado? Quizás todo está pensado y sucede por algo o porque alguien quiere que así ocurra.   

Desde los grandes poderes (económico, político, empresarial, etc…), organizan y dirigen nuestra pequeña vida. Lo fundamental es regular a la población que, en las sociedades consumistas o hiperconsumistas como la nuestra, se ha convertido a la “vida” en una “mercancía”.

La organización de nuestra educación, de nuestro trabajo, de nuestros deseos, de nuestra salud, … se realiza desde acciones y discursos que se introducen en la sociedad como “verdades” asumidas por toda la población. Se asumen “`planteamientos”, pero no se piensan ni se reflexionan. Una de las “verdades” asumidas desde la población actual es que, la crisis hace que exista poco dinero para invertir en la salud, en cuidados de mayores, en cuidados de niños, etc… Por eso, se acepta que el cuidado de la salud se preste con menos servicios que antes, que tengamos que asumir no tener un médico cuando lo necesitamos, en definitiva, que no tengamos una garantía de cuidados para nuestra vida. La ciudadanía asumimos este panorama como “verdad”, y provoca que las personas no podamos ser diagnosticadas a tiempo, o que no haya un sistema de prevención de enfermedades, o que la mortalidad se incremente. Esto es aceptado, e incluso justificado por nosotros mismos, hasta tal punto que, la mayoría contrata seguros privados de salud. Esto es una forma de regular las sociedades. Una regulación que se realiza sin ordenar, sin imponer, más bien pareciera que, todo lo realizamos de forma voluntaria.  

Se difumina la garantía de que existe un poder garante de la salud, del bienestar y de los cuidados, Las grandes multinacionales y los grandes poderes, con acceso a tecnologías sofisticadas, dirigen la vida y la muerte de las personas. Estos poderes dirigen nuestra vida de muchas formas. Y la ciudadanía, las personas, ¿Qué podemos hacer?

Quizás “parar” y “pensar”.

Algunos autores hablan de “necroeconomía”, en el sentido de que una de las funciones del actual sistema económico es producir, a gran escala, una población “superflua”, una población que no tiene necesidad de explotar, solamente tiene que gestionarla. Una manera de disponer de estos excedentes de población es exponerlos a todo tipo de peligros y riesgos, a menudo mortales. Otra técnica consistiría en aislarlos y encerrarlos en zonas de control.

Otra forma de comportamiento de la economía actual es la explotación de la mano de obra que se produce tanto en el mercado regulado como en el no regulado. El desempleo, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, de los pensionistas, etc., son efectos de este modelo que sitúa la precariedad en el centro de las relaciones laborales. Otra de las maneras de actuar de nuestra economía es lograr que las personas se vayan de las zonas rurales, aparentemente, de forma voluntaria. Detrás de eso están las grandes políticas que no abastecen de servicios a esas zonas y, la población, sin más remedio, debe abandonar sus hogares. En algunas zonas, esta despoblación y abandono se utiliza para que, grandes multinacionales extraigan recursos naturales a un coste bajo; o se produzca acumulación de terrenos para monocultivos que favorezcan a las grandes compañías.

Se pueden poner más ejemplo, solamente hay que mirar a nuestro alrededor. La pregunta es: ¿Está pasando lo inevitable o está pasando lo que “alguien quiere que pase”? 

2 ENER 2022
Un compromiso para la sostenibilidad

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA

ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA.

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

En la actualidad hablar de economía social, parece una invención más que una realidad. El término hace pensar en una economía distanciada del logro de una rentabilidad monetaria.  A pesar de la percepción del vocablo, este tipo de economía existe y está regulada en una norma. La ley la define como el conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos (artículo 2 de la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social).

Por tanto, esta economía está formada por empresas y entidades que realizan actividades en el ámbito privado, pero con características diferentes a las llamadas empresas del capital. Son “una forma diferente de hacer empresa”. Esta diferencia se manifiesta en su compromiso fundacional con una serie de valores y principios de actuación que constituyen su lógica organizativa y su actividad empresarial en base a los siguientes elementos: a) una clara preeminencia de las personas sobre el capital; b) la apuesta por la autonomía y democracia en la gestión; c) la solidaridad (interna y externa) y; d) la prioridad del servicio a sus miembros y a la comunidad por encima de la consecución de beneficios (Monzón, 2003; Chaves et. al, 2003).

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1 Nov 2021 1
Un compromiso para la sostenibilidad

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

EL ABANDONO DE NUESTROS PUEBLOS TIENE CONSECUENCIAS

Autora: Rosa Fernández Pérez.

   

                                                           “La Tierra ofrece lo suficiente como para satisfacer lo que cada hombre necesita, pero no para lo que cada hombre codicia” (Gandhi)

El libro de Sergio del Molino ha dado nombre a amplias zonas de la España interior: “la España vacía”, y también ha avivado la discusión política, social y económica sobre la pérdida de población de las zonas rurales. Un medio rural que supone el 80% del territorio español, pero en él solo vive el 20% de la población, y esa cifra va en descenso[i]. Cifras alarmantes que han llevado a  hablar de la “no rentabilidad económica” de ciertos servicios en los pueblos, como la sanidad, educación, transporte público, etc…

Históricamente, desde los años 50 y 60 con el comienzo de la industrialización, en España comenzó el proceso de despoblación del mundo rural, que produjo un desplazamiento progresivo de personas de los pueblos a la ciudad. En un primer momento, las ciudades se construyen para albergar a trabajadores de las nuevas fábricas e industrias, construyendo para ello, bloques de viviendas rápidas y en vertical, para alojar a la mayor cantidad de personas posibles en el menor espacio. Construcciones y formas de diseño de viviendas y edificios que favorece una vida urbana generadora de desinterés por lo que le sucede al otro (Luja y otros, 2014).  Estas aglomeraciones de población en núcleos urbanos pasan a convertirse en residencias para ciudadanía que debe producir, además de lugares que favorecen el aislamiento de las personas, la insensibilidad en todo aquello que no sean intereses personales y la desafección de lo público (Camps, 1993).

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4 mayo 2021
Un compromiso para la sostenibilidad

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA

ETAPA DE INCERTIDUMBRE O DE CERTIDUMBRE: ES CUESTION DE PERSPECTIVA.

 

Autora: Rosa Fernández Pérez.

    La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes

 (John Lennon)

Vives en un mundo organizado, o al menos, eso crees. Todo tiene sus leyes, sus espacios, su simbología y así te sientes sereno, porque este “aparente” orden te ofrece tranquilidad. Aunque existan tormentas, terremotos, enfermedades, … ansias el equilibrio que desprende la inercia de lo conocido. Esta distribución del orden se establece desde el mundo de lo material. Así, te sientes sereno con tus sitios de ocio, tus lugares de compra, tu nuevo móvil, tu nuevo traje, …; y el consumir y ver a personas por las calles te da la sensación de alegría y de progreso.

 Este progreso alimentado desde el capital, parece que te reporta grandes beneficios materiales, pero no piensas en todas las desventajas sociales que van asociadas a él. Los valores culturales y sociales, el valor de la sabiduría, el cuidado del pensamiento, del conocimiento y los grandes pensamientos filosófico, han sido suplantados por un sistema racional, que generó, lo que Weber[1]  llamó “desencantamiento” del mundo. 


[1] Weber, Max (1864-1920), fue un sociólogo, filósofo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública,

  

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