Autor: Cesar Benito Gonzalez.
Seguimos nuestro recorrido por las diversas realidades familiares que nos podemos encontrar en la intervención de los profesionales de Servicios a la Comunidad de los equipos y departamentos de orientación. En esta ocasión voy a reflejar el caso de una familia formada por un padre viudo y sus tres hijas escolarizadas en un centro de educación infantil y primaria que sufre las consecuencias de la crisis económica. Antes de comenzar me gustaría aclarar que los nombres y situaciones aquí descritas son ficticias y no responden a ningún caso ni realidad concreta, si bien es fácil que encontremos parecidos o paralelismos con casos reales que podamos conocer. Así mismo, la gestión de las relaciones entre la familia y el centro, así como las intervenciones descritas no son, ni pretenden serlo, una guía de actuación para el caso descrito ni para otros similares.
Rut es una niña de 11 años escolarizada en 6º curso de Educación Primaria en un CEIP de una ciudad de nuestra comunidad autónoma, en el que también están matriculadas sus dos hermanas pequeñas, Ester en 3º y Eva en 1º. Rut vive con su padre y con sus hermanas, con las que comparte habitación en el modesto piso de alquiler del barrio en el que se encuentra el colegio. La madre de Rut falleció por enfermedad de forma repentina hace 3 años cuando sus hijas contaban con 8, 5 y 3 años respectivamente. Desde entonces el padre se ha hecho cargo de la situación, asumiendo y compatibilizando todas las obligaciones del trabajo, de la casa y de sus hijas. La familia, de etnia gitana, cuenta con una red extensa de apoyo tanto familiar como social que ha jugado un papel esencial en los momentos más complicados de la historia de la familia. La abuela paterna de Rut y una tía, madre y cuñada del padre respectivamente, que son vecinas del barrio, colaboran de forma diaria y cotidiana con la unidad familiar, tanto en la elaboración de comidas como en la limpieza de la vivienda. El padre ha trabajado de forma estable en una empresa de limpieza, siempre para la misma fábrica de la ciudad y en el mismo horario de madrugada. Su colaboración con el centro escolar ha sido adecuada y aunque ha manifestado darle una gran importancia a la educación de sus hijas, en muchas ocasiones se muestra superado por las exigencias del nivel educativo de sus hijas y su escasa disposición de tiempo y recursos para responder a las demandas del centro (colaboraciones y entrevistas en horario lectivo, asistencia a reuniones, participación en actividades extraescolares, compra de material escolar o extraescolar,…). Por parte del centro son conscientes y comprensivos con la situación familiar y siempre han procurado facilitar al máximo las cuestiones escolares a las alumnas de las que nunca han tenido queja.
Rut está terminando la educación primaria que ha cursado de forma brillante. Se trata de una alumna bien integrada en la dinámica escolar. Le gusta estudiar y le gusta el colegio. Es apreciada por sus profesores y profesoras, y tiene una buena relación con el alumnado de su clase y de su curso en general, que la consideran una buena compañera. Por ello ha sido seleccionada como alumna mediadora, mostrando adecuadas dotes de comunicación y empatía. El fallecimiento de su madre supuso un duro revés, que le obligó a madurar de forma temprana. Para la superación de la pérdida, de forma espontánea se volcó en su rutina escolar y en su rol de hermana mayor, colaborando con su padre en el cuidado y atención de sus hermanas. A la vuelta de las vacaciones escolares de Semana Santa ni Rut ni sus hermanas se incorporan a las clases. Tras un par de días de margen a la espera de la llegada de las alumnas al centro, y después de no haber recibido noticias del motivo de su ausencia, el equipo directivo del colegio intenta contactar de forma infructuosa con el padre. Tras repetidos intentos de comunicación con la familia, y la existencia de rumores sobre un posible traslado de la unidad familiar a otra localidad y riesgo de desescolarización de las menores, derivan la información del caso al Equipo de Orientación con el fin de que, a través de la profesora de Servicios a la Comunidad, se realicen los trámites pertinentes para clarificar lo sucedido y actuar según lo demande la situación.
Finalmente la PTSC consigue contactar con el padre, que ya no tiene el mismo número de teléfono móvil, y puede por fin, aclarar lo sucedido. Así, e
l padre de Rut le cuenta a la profesora de Servicios a la Comunidad de forma somera los diversos avatares a los que se ha tenido que enfrentar en los últimos meses y que le han obligado a trasladarse a una localidad cercana a la suya de residencia. Según la narración del padre, la empresa en la que trabajaba quebró hace unos meses, adeudando a los trabajadores varias nóminas que todavía no han cobrado y dejando a la plantilla en una situación precaria, al ni siquiera poder cobrar el paro por una cuestión administrativa. Al no contar con ingresos, el padre comienza a acumular deudas con el casero, así como de los suministros de la vivienda, por lo que desahucian a la familia. Al preguntarle por qué no acudió a los servicios sociales o al centro educativo para exponer su situación, el padre de Rut manifiesta que es un hombre orgulloso y autónomo, y que sus problemas los resuelve él. Así que si bien le fue imposible encontrar ayuda económica dentro de su red social de apoyo, un familiar les ofrece una vivienda en una localidad próxima, a la que se trasladan.
El padre justifica la ausencia del colegio de sus hijas por la distancia y la imposibilidad de incurrir en el gasto diario de llevarlas al colegio. La PTSC le informa de la necesidad de que no pierdan el ritmo de las clases y la obligatoriedad de la escolarización de las niñas.
Ahora que se conoce la localidad de residencia de la familia, la PTSC se informa de los centros educativos en los que se podrían matricular las niñas y que dispongan de transporte escolar desde dicha localidad, pues en la misma no cuentan con colegio. Traslada dicha información al padre, que se muestra agradecido por la ayuda prestada y su voluntad de realizar los trámites en el menor tiempo posible. La PTSC contacta igualmente con la Dirección Provincial de Educación para informar de la situación y con los Servicios Sociales de referencia de la localidad, a fin de prever las gestiones que se espera realice el padre, así como prevenir cualquier situación de desventaja que pueda derivar de un momento tan complicado para la familia.
Una vez que las alumnas se incorporen a su nuevo centro, tanto el equipo directivo como el equipo de orientación del centro de origen trasladarán la información pertinente a dicho centro para asegurar un traslado exitoso.
Hasta este punto llega la intervención de nuestra compañera, con el objetivo de dar la respuesta más adecuada a las necesidades y cambios en la familia, y lograr así minimizar las consecuencias negativas que pueden derivarse de los momentos críticos por los que pasa. Pero la familia de Rut ha mostrado ya capacidad y madurez suficiente para superar las pruebas a las que se ha tenido que enfrentar, con lo que es de esperar que en esta ocasión también lo logren.
César Benito González es profesor de Servicios a la Comunidad en el IES Cardenal López de Mendoza (Burgos)
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