Autora: Azucena Esteban Alonso.
Seguramente todos los maestros nos hemos encontrado alguna vez con un proyecto o idea que nos hace sentirnos vivos, que alimenta nuestra ilusión por seguir mejorando, que rompe la monotonía docente… pero, nuestras expectativas se ven truncadas ante una dinámica escolar rígida e inflexible.
¿Excusa o razón?
La tan manida frase “aquí siempre se ha hecho así” también la habremos escuchado en alguna que otra ocasión. Lo mismo, al leerla, hasta nos damos cuenta de que también ha salido de nuestra propia boca. La repetición de algunos hitos nos proporciona, sin duda, cierta seguridad (y en algunos casos, también, una ligera comodidad que alivia la carga laboral).
Ciertamente, cada centro escolar cuenta con una trayectoria. La historia que da vida a cada colegio, que le confiere la realidad que percibimos en el momento presente… no es fácil de conocer, a veces hasta nos cuesta comprenderla. Y, cuando llegamos nuevos a un centro hemos de hacer un esfuerzo por encontrar nuestro sitio y buscar el equilibro entre el respeto y la innovación docente.
El miedo paraliza
Además de las motivaciones que, en muchas ocasiones, se aluden para evitar, impedir o aminorar el cambio o la aplicación de nuevas metodologías, dinámicas de aula o actividades, cuando se trata de abrir dichas experiencias a la participación de las familias, los obstáculos a superar en los propios centros o por los propios compañeros aumentan de forma notable haciendo gala de poca flexibilidad y amplitud de miras.
Cedemos la palabra… Entrevista
En este artículo, compartimos, para ampliar nuestras experiencias, la entrevista realizada a una docente de Educación Infantil que nos cuenta, de primera mano, sus vivencias e ilusiones en los primeros años de andadura profesional y cómo ve sus iniciativas limitadas y/o censuradas por un centro, un equipo directivo y un claustro “conservador”.
Entrevistadora: Para comenzar y situarnos un poco… cuéntanos, en líneas generales, cómo es la realidad educativa de tu centro.
Es un centro público, situado en un municipio de la comunidad de Castilla y León, donde se imparten las enseñanzas de educación infantil y primaria.
Es un centro, donde observo que está muy arraigado a lo que se ha hecho otros años. No quieren involucrarse en aspectos novedosos educativos, ya que eso supone trabajo, esfuerzo y constancia, lo que dicho centro no está dispuesto. El horario de entradas y salidas es algo llamativo, ya que ningún docente dedica más tiempo a su trabajo, incluso si puede ser menos, mejor. Otro aspecto a destacar, es la falta de comunicación y coordinación entre el equipo directivo, los coordinadores de ciclo e interniveles y los profesores; lo que ocasiona pequeños conflictos entre los docentes.
Entrevistadora: ¿Cómo es la relación con las familias? ¿Cómo se realizan las comunicaciones con las familias habitualmente (vías empleadas, frecuencia…)?
En este centro existe una gran variedad de familias, siendo una gran parte inmigrante. La comunicación con ellas se realiza a través de cartas, papeles o notas entre los tutores y las familias.
Este año, mi compañera de nivel y yo hemos iniciado una nueva vía de comunicación con las familias a través de la aplicación CLASSDOJO, algo que no se ha visto bien, sobre todo en el ciclo de infantil, ya que solo lo llevamos a cabo un curso de infantil.
Nos gustaría llevar a cabo “grupos de discusión” donde trabajaríamos junto con las familias distintos aspectos de gran importancia en la etapa de infantil como por ejemplo: técnicas de autonomía, alimentación, o por ejemplo autoestima, ya que son temas carentes en estas clases. Esto se propuso al equipo directivo y su contestación fue que no, ya que para llevarlo a cabo lo teníamos que realizar todo el equipo de ciclo y además, ellos no querían que esto se convirtiera en un tipo de guardería. Nosotras contestamos que tal vez, en otras clases de infantil, no era necesario y que cada clase era diferente, pero la respuesta fue la misma: no.
Entrevistadora: ¿Por qué motivos crees que la situación actual del centro es así?
Considero que muchos de los docentes que acuden a este centro se limitan a su horario laboral, quedando negado el trabajar fuera de dicho horario. También, la falta de motivación y la falta de comunicación desde el equipo directivo hacia los docentes, ya que opino que un centro es como es, por su equipo directivo.
Entrevistadora: ¿Cuáles son, en tu opinión, algunos de los elementos que impiden o dificultan el cambio, la aplicación de nuevas actividades o dinámicas?
Por supuesto la comodidad. Me explico: salir de la zona de confort supone esfuerzo y trabajo y eso por lo menos en este centro se lleva muy a raja tabla. Apenas se sale de la zona de confort y si alguien se sale de ello, intentan reconducirte diciéndote que piensas o trabajas así porque eres nueva, que cuando pasen unos años, serás igual. Algo, que espero que no me pase NUNCA.
Entrevistadora: ¿Influyen en tu práctica docente diaria?
Sí, TOTALMENTE. Soy una docente con poca experiencia, es cierto, pero me considero una “PEQUEÑA REVOLUCIONARIA DE INFANTIL”. Trabajar a través de libros, a través de fichas o a través de métodos tradicionales, es algo que en su día, en otros años o tiempos era ideal. Ahora, nos encontramos en el siglo XXI, con niños y niñas del siglo XXI, pero con unos docentes donde la mayoría piensan como el siglo XX y trabajan con métodos de enseñanza del siglo XIX. Al igual que un teléfono móvil o un vehículo no es el mismo que hace 20 años, ¿por qué la educación si?
Entrevistadora: ¿Cómo te hace sentir?
En muchas ocasiones me siento sola e indecisa, aunque “respaldada” en ocasiones, por mi compañera, pero me encantaría hacer muchísimas más cosas novedosas. Que no digo que todo este boom de metodologías activas y nuevas sean las mejores, pero si considero que debemos de ser “una gallina” picotear y probar y no “ser gallinas” y quedarnos con un pensamiento educativo arcaico.
He llegado a la conclusión que de la puerta de mi aula para dentro llevaré a cabo mi clase como considere, aunque sí que es cierto que me han criticado varios aspectos de mi metodología educativa.
Entrevistadora: ¿Cómo consideras que podrían cambiarse este tipo de situaciones o realidades escolares?
Considero de vital importancia que un centro educativo es lo que es por su equipo directivo. Si en un centro educativo, existe un equipo directivo tradicional, que no sale de su zona de confort, que está vinculado al poco esfuerzo y no sale de su zona de confort, así será dicho centro. Pero sin embargo, un centro en el que el equipo directivo da voz y voto al resto de docentes, les escucha, implanta metodologías innovadoras y las lleva a cabo, será un centro innovador, un centro del siglo XXI.
Ofrecemos las palabras y experiencia reflejadas por esta docente con la esperanza de que supongan un punto de partida para que cada profesional reflexione y analice su postura ante el cambio y la transformación de nuestro sistema educativo, materializándose, lógicamente, en las iniciativas desarrolladas desde cada centro escolar.
El miedo a salir de la zona de confort o la falta de motivación para innovar o probar supone un lastre para la mejora de la educación de nuestros alumnos. Por lo tanto, éste debería ser, al mismo tiempo, un objetivo prioritario para la Administración, siendo conveniente reducir la burocracia e impedimentos que encontramos los maestros implicados e innovadores para realizar proyectos de innovación, Congresos, formaciones, intercambios de propuestas, etc.
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