Autora: Teresa Rodriguez Martín.
Uno de los aspectos más importantes del Coaching es el uso de ciertas herramientas y técnicas y aunque de ninguna manera deben ser un fin en sí mismas, es fundamental que como docentes las conozcamos en profundidad; ello nos permitirá seleccionar la más adecuada a un contexto determinado según las necesidades y etapas en las que se encuentren nuestros alumnos y al mismo tiempo podremos modificarlas y adaptarlas a las características e intereses de los chicos y chicas y también a nuestras propias cualidades y habilidades como docentes.
El proceso de coaching educativo pasa por cuatro fases o etapas:
1.-Chequeo o análisis de la situación: Corresponde al docente recabar información sobre el grupo (intereses, normas, valores, cohesión…) o sobre un alumno en particular.
2.- Planificación conjunta de metas: Se pretende conseguir el compromiso del grupo o del alumno para alcanzar un objetivo planteado.
3.-Motivación: Es tarea del docente que el alumno pueda trabajar en un ambiente seguro y creativo. En principio la motivación será extrínseca para poco a poco transformarla en intrínseca que es mucho más efectiva. Es necesario cuidar el exceso de motivación que puede llegar a provocar presión sobre los alumnos y por tanto desmotivación.
4.- Acción: Es el momento de trabajar de manera activa, aprendiendo de los fallos, mejorando, replanteando, tomando decisiones…Este trabajo se realizará en un principio con la ayuda y guía del profesor pero es el alumno o el grupo el que debe alcanzar su autonomía en esta fase final del trabajo activo.
El proceso debe realizarse continuamente una vez se haya alcanzado el primer objetivo, meta o tarea planteada para que el alumno finalmente sea capaz de realizar todo el proceso de forma autónoma y además extrapolarlo a cualquier situación ya sea educativa o de cualquier otro ámbito.
Las distintas herramientas y técnicas pueden ser introducidas o aplicadas en diferentes momentos del proceso de coaching y generalmente tienen dos objetivos:
- Que el alumno o grupo tome conciencia de sí mismo y comprenda su realidad.
- Orientar a los discentes a la acción para poder conseguir los objetivos planteados.
Las principales técnicas para tomar conciencia y comprender la realidad son las siguientes:
Visualizar: Consiste en que los alumnos imaginen posibles escenarios propuestos mientras el docente es capaz de detectar actitudes concretas ante las situaciones imaginadas.
Lanzar hipótesis: El docente plantea a los alumnos diferentes situaciones para que reflexionen sobre hechos que posiblemente nunca hubieran pensado.
Utilizar metáforas, cuentos o historias: Son muy útiles para ayudar al alumno a comprender o aproximarse a diferentes situaciones. Recomiendo los libros de José Carlos Bermejo “Cuentos con salud”, son tres libros de la Editorial SalTerrae y algunos de sus cuentos pueden facilitar la reflexión y la conciencia éticas.
Hacer de abogado del diablo: En este caso el “abogado del diablo” puede ser el docente o podría ser un grupo de alumnos que realizarían planteamientos totalmente en desacuerdo con el resto de alumnos o con un grupo, así estos tendrían que hacer un esfuerzo por replantear, definir y expresar sus puntos de vista.
Parafrasear: Cuando repetimos lo que el alumno nos ha dicho pero con otras palabras introduciendo las frases con expresiones del tipo “Perdona, ¿me has dicho que…? o ¿He entendido que…?, obligamos al alumno a pensar de nuevo en la situación planteada y a afirmarse o no en la respuesta o explicación que dio en un principio.
Otras técnicas encauzan y orientan directamente a la acción, algunas de ellas pueden ser:
Tomar notas: Es importante que tanto el docente como los alumnos tomen nota de los compromisos adquiridos, así como de hechos o situaciones relevantes ya que servirán de apoyo en el proceso y como punto de partida en momentos posteriores.
Resumir: El que los alumnos resuman lo acontecido en la sesión de clase les ayudará a tener una visión general y es muy probable que facilite la toma de decisiones a la hora de establecer las acciones que se van a llevar a cabo.
Experimentar: Es una de las técnicas más prácticas para ponerse en marcha hacia la consecución de un objetivo. Los experimentos no son algo definitivo por lo que es posible equivocarse sin consecuencias negativas, es más, el aprendizaje es mucho más rápido a través de la experiencia.
Buscar apoyos o modelos: Identificar a personas que puedan prestar apoyo o personas a las que modelar es un aspecto fundamental en el proceso motivacional.
No podemos ni debemos realizar un cambio brusco en nuestro trabajo diario con los alumnos, no tiene sentido introducir en todos los temas o actividades este tipo de técnicas pero sí es importante que como docentes identifiquemos cuáles pueden ser los momentos o situaciones favorables para utilizarlas y nos atrevamos a experimentar y sobre todo evaluar sus resultados.
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