Autora: Marta Blazquez Rodriguez.
El pasado mes de mayo los alumnos de 4º de la ESO del CEO Miguel Delibes de Macotera realizaron su viaje de fin de curso. Hasta aquí todo normal, pero su viaje rompió con las barreras de lo establecido y demostraron que los pequeños actos son los que cambian el mundo. Ocho alumnos junto a dos profesores pasaron una semana en el edificio Victoria de Atenas, allí compaginaron el turismo con la convivencia con los refugiados que viven en este edificio. El curso pasado el centro realizó un proyecto interdisciplinar sobre refugiados y uno de los profesores que les acompañó, Miguel, ya había estado allí en verano ayudando a rehabilitar el edificio; esto culminó en este inusual viaje de fin de curso.
Miguel López, Paula Bautista, Daniel García, Christian Sánchez, Jesús Sánchez, Cristina Bautista, Antonio Alonso y Gema Sáncehz son los magníficos ocho que se embarcaron en esta experiencia. Por la mañana madrugaban para ayudar en diferentes labores el edificio Victoria: hacer comida, ayudar y jugar con los niños, descargar cajas, colocar el almacén… Y aprovechaban las tardes para hacer turismo por la bella Atenas.
Algunos dicen que cuando su profesor les propuso hacer este viaje, pensaron que era de broma, pero después todos decidieron rápidamente que querían hacerlo. Algunos padres tuvieron dudas sobre el viaje, pero, después de la información que les facilitaron los profesores del centro, dieron su apoyo para comenzar la aventura. Todos destacan que lo más positivo de esta experiencia ha sido poder ayudar a gente que lo necesita y conocer la situación real que viven los refugiados, así como conocer gente nueva de diferentes países y culturas junto a sus amigos y compañeros; es decir, que destacan que también han tenido tiempo para su viaje al modo tradicional. Mientras que lo más duro para ellos fue despedirse de la gente que conocieron y con la que convivieron durante esos días, “se nos saltaban las lágrimas” me dicen, así como tener que madrugar. Pero, para mí, lo más destacado es que a la pregunta “¿lo volverías a hacer?” la respuesta inánime ha sido: “Sí, por supuesto.” De hecho, Miguel me comenta que han propuesto a su profesor volver en verano y que están recogiendo alimentos en la zona para enviarlos allí. Y os dejo la respuesta de Cristina, que habla por sí sola: “Por supuesto, es más en el viaje de camino a España, empezamos a hablar con nuestro profesor (medio broma, medio enserio) de volver a Atenas y al edificio Victoria este verano. Todos hemos acabado este viaje muy contentos y con ganas de repetir. Ha sido una experiencia inolvidable en todos los sentidos. Hemos ayudado todo lo que hemos podido, y nos lo hemos pasado genial. La Brigada Malaka (el nombre que nos dábamos como grupo) ha disfrutado del viaje al máximo, exprimiendo cada segundo.
Para conocer más por menorizado su día a día en Atenas, os invito a leer el blog en el que narraron su experiencia diaria en la capital griega: https://ceorumboatenas.blogspot.com/
Muchas de estas acciones han podido llevarse a cabo gracias a SOS Refugiados. En el siguiente video se explica cómo trabajan. Desde España también podemos poner nuestro granito de arena.
Gracias al centro y a los profesores que han hecho posible este viaje y ¡qué cunda el ejemplo!