INSTITUTO: IES Doctor Sancho de Matienzo, Villasana de Mena, Burgos.
Durante el pasado curso 2015-2016 algunos profes y alumnos del IES Doctor Sancho de Matienzo de Villasana de Mena (Burgos) hemos dado el salto a la inclusión de las nuevas tecnologías en el aula. Todo empezó cuando el centro decidió participar en el Proyecto Formapps de la Consejería de Educación. Este proyecto está destinado a la formación del profesorado para introducir los dispositivos móviles en clase. Dicho proyecto ha podido ponerse en marcha gracias a la concesión de casi 3.000 euros para comprar quince tablets, con sus fundas y todo… ¡Ahí es nada! ¡Quién lo iba a decir…!
El proceso se ha llevado a cabo en dos fases claramente diferenciadas. La primera, dedicada a la formación del profesorado en relación a las nuevas tecnologías y dispositivos móviles, para conocer los objetivos fundamentales del proyecto Formapps y la introducción de herramientas y aplicaciones para su uso con el alumnado. A pesar de lo que pudiera parecer, no ha sido una experiencia llevada a cabo por varios profes, sino por una parte importante del claustro. En realidad fuimos un total de 8 profesores del centro, pero que para un claustro de 27 profesores representa casi un tercio del mismo.
Los primeros pasos en el centro, junto a las actividades de formación, estuvieron relacionados con las tareas de inventariado y numeración de las tablets (Android), colocación de protectores de pantalla, fundas, tareas de actualización del software de fábrica así como solucionar las cuestiones de almacenaje, localicación y carga de los dispositivos. A pesar de que parecen tareas simples, requiere tiempo y dedicación por parte del profesorado que no siempre es fácil, así como llegar a acuerdos para que su uso por parte de profesores y alumnos muy diferentes generen los menores problemas posibles.
Desde el punto de vista técnico el centro colocó varios puntos de acceso wifi para la generación de dos redes de aula y la puesta en marcha de un servidor de centro que pudiera funcionar como repositorio y almacén de ficheros y aplicaciones variadas para su uso por parte del profesorado y el alumnado durante las clases. Además de todo ello, la formación estuvo dirigida al conocimiento y aprendizaje en el manejo de aplicaciones genéricas tan útiles como: ESFileExplorer (para gestionar archivos), Book Creator (elaboración de libros digitales), EZ-Cast (proyección del dispositivo móvil), Applock (bloquear ciertas aplicaciones), herramientas de GoConqr (mapas mentales, cuestionarios, apuntes, diapositivas…), Genially (elaboración de presentaciones y materiales interactivos), entre otras. Posteriormente, se emplearon además algunas otras relacionadas de forma específica con cada materia en cuestión.
Uno de los aspectos esenciales en los que todo el profesorado participante estuvo de acuerdo antes de comenzar a trabajar con el alumnado fue la decisión de trabajar de forma conjunta con los mismos grupos, para poder comprobar la utilidad de las acciones llevadas a cabo de cara al aprendizaje de los alumnos. Para ello se decidió que, por número de alumnos, 3º ESO eran grupos poco numerosos y se disponían de tablets suficientes para todos ellos.
El nuevo proceso de trabajo se llevó a cabo hasta en 5 materias diferentes del mismo curso, los profesores de las mismas se pusieron de acuerdo para organizar grupos heterogéneos para trabajar de forma colaborativa, estableciendo funciones dentro de cada grupo, en función de las características del alumnado (portavoz, secretario y controlador de tiempo y ruido). Aunque dicho así parezca fácil, al final la elección de alumnos para cada rol y la implicación de cada uno de elllos en sus papeles resultó ser más difícil de lo esperado.
A partir de ahí, cada profesor implementó sus unidades o bloques de trabajo introduciendo en el proceso algunas de estas herramientas y solicitando al alumno tareas o producciones vinculadas con las aplicaciones seleccionadas para posibilitar que el alumno ponga en funcionamiento un aprendizaje más autónomo. Los alumnos elaboraron presentaciones, libros digitales, mapas conceptuales, flashcards o preguntas de repaso y murales digitales, incluso la realización de algunas pruebas o exámenes. Todo ello con la gran ventaja de que las tareas de coordinación del profesorado permitieron ahorrar tiempo a la hora de no tener que explicar lo mismo repetidas veces, que el alumno estaba acostumbrado a trabajar de la misma forma en diferentes materias y de utilizar las tutorías para la explicación y desarrollo de tareas generales que beneficiarían a todos (profesores y alumnos).
La motivación de los alumnos ha mejorado en los momentos iniciales, porque eso de hacer tareas y exámenes con las tablets era algo que estaba bien. Pero muchos profesores trabajando con la misma metodología ha hecho que en ocasiones se hiciera pesado. El elemento novedoso, dejó de serlo y pasamos en varios meses al extremo contrario.
Los alumnos han elaborado materiales que tenían la misión de permitir un aprendizaje diferente al tradicional y crear un repertorio de recursos colaborando entre todos. Pero no siempre se han encontrado cómodos; trabajar de esta manera no implica trabajar menos y eso es algo que se ha visto claramente. Que el profesor no me diga exactamente lo que tengo que hacer implica que tengo que poner a funcionar mi cabeza.
Igualmente, un grupo importante de profesores se ha coordinado para trabajar con una metodología diferente que tendrá continuidad el curso que viene. Esperemos que algunos más se unan. Los alumnos han sido realmente pacientes, ante los problemas técnicos que han ido apareciendo y que han ayudado a solucionar, especialmente en el ámbito rural, donde la red da problemas en multitud de ocasiones.
Sin embargo, el centro ahora dispone de dos aulas equipadas con redes de aula, cañones y proyectores y un número suficiente de tablets para trabajar en clase. Una parte del profesorado emplea los dispositivos de forma regular y se han mejorado ciertas estrategias y recursos didácticos en el aula. De otra manera, hubiera sido impensable que el centro pudiera tener este tipo de recursos. Pero lo más importante es que el profesorado ha mejorado su competencia digital y didáctica en muchos aspectos, con la consecuente mejora del proceso de enseñanza para los alumnos del centro.
De hecho, la experiencia llevada a cabo ha sido especialmente reconfortante al ver que desde otros centros (IESO Conde Sancho García) y centros de formación del profesorado (CFIE de Miranda de Ebro) han querido contar con profesorado del centro para asesorar en el manejo y gestión de este tipo de dispositivos, así como en la metodología y aplicación en el aula asociada a los mismos.
Israel Herrán Álvarez
Leticia Luengo Medina