Autora: Mª Carmen Martínez Magaña.
En artículos previos nos aproximamos a los conceptos de ‘inclusión’ y ‘convivencia’ pero cómo llevarlos a nuestras aulas con éxito. Basándonos en cambios metodológicos, necesarios hoy en día en el mundo educativo, podemos proponer una ruta de mejora escolar utilizando diversas dinámicas de trabajo cooperativo que nos ayuden a conseguir nuestro objetivo.
Las actividades propuestas a continuación se pueden plantear en las diferentes etapas educativas realizando las adaptaciones necesarias para cada una de ellas.
Contando historias es un ejercicio que busca promover la integración grupal. Los alumnos apreciarán la creatividad personal y del grupo realizando una tarea que los unifique en un mismo objetivo.
¿En qué consiste?
Sentados todos los alumnos en círculo van a crear una historia conjunta. Se explica de forma previa que se necesita una introducción, un desarrollo y un final de la historia.
Se pueden utilizar apoyos gráficos con personajes, escenarios o posibles situaciones si se considera necesario.
Una vez realizada la historia se puede representar en papel, teatro, cuentacuentos, etc.
Descubriendo tesoros es una dinámica de confianza grupal. Los alumnos se conocerán entre ellos compartiendo información personal en un ambiente de respeto.
¿En qué consiste?
Se le entrega a cada alumno un folio con un cofre. Se les explicará que ese es el cofre de sus tesoros y en él tendrán que escribir dos de sus mejores cualidades. Una vez escritas, las compartirán con un compañero que diseñará un pequeño titular describiendo de forma positiva a su compañero.
El último eslabón es un juego de cooperación en el que los alumnos mediante la coordinación de movimientos y la confianza en los otros reconocerán la importancia de colaborar para pertenecer a un grupo.
¿En qué cosiste?
Dependiendo del grupo de escolares se formaran grupos de unas diez personas que se colocarán en fila. Se explicará que cada persona es el eslabón de una cadena, por lo que siempre han de permanecer juntos. Para establecer esa unión cada alumno pondrá su mano en el hombro del compañero. En este momento, el que encabeza la formación tendrá como objetivo cerrar la cadena y por lo tanto tiene que llegar alcanzar a su compañero de la cola. Para ello, todos tendrán que estar atentos y seguir las instrucciones para que sin romper la cadena en ningún momento establezcan el cierre de la misma.
Las sillas cooperativas es una actividad para trabajar el respeto de normas y el trabajo en equipo.
¿En qué consiste?
Basándonos en el tradicional juego de las sillas musicales pondremos una silla delante de cada alumno y será entonces cuando la música comience a sonar. Una vez que dejen de escucharla todos los alumnos deben sentarse y lo más importante es que nadie puede tocar el suelo con los pies. Se irá quitando una silla por ronda de forma que entre los alumnos del grupo se ayuden y no excluyan a nadie aunque se haya perdido su silla porque si alguien pisa el suelo todos pierden.
Podemos servirnos tanto desde las aulas como en el núcleo familiar de estas herramientas que nos ayudan en la consolidación de elementos claves como la integración grupal, la confianza en los demás miembros del grupo, la cooperación y el respeto de normas. Todos ellos aspectos necesarios e indispensables si queremos trabajar en la búsqueda de una buena inclusión educativa que nos ayude a promover una correcta convivencia.
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