Autor: Bruno Marcos Carcedo.
Una de las grandes exposiciones de la temporada en nuestra comunidad es la que ofrece el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) que muestra de forma retrospectiva la obra del arquitecto José Miguel de Prada Poole (Valladolid, 1938), quien concibió una forma de construir perecedera basada en burbujas de aire.
Declaraba en 1974 que las ciudades duraban demasiado porque percibía que el pasado dificultaba la aparición de una nueva concepción de las urbes más habitables, más acordes con los cambios sociales y políticos de la contemporaneidad.
El alto coste económico que supone la construcción urbanística ha obligado a que sus diseños buscaran siempre la permanencia pero, inevitablemente, esos diseños iban cargados de caducidad y las edificaciones pretéritas son uno de los principales escollos para la creación del presente.
Instant City de Ibiza, 1971 (Interior)
Dice Prada Poole, al teorizar una arquitectura perecedera que llamó «de las pompas de jabón», que la permanencia de las ciudades nos impide vivir con libertad y se pregunta: «¿Qué ocurriría si las calles, los pasos elevados y los centros comerciales se renovasen cada cinco años?¿Si se construyese un bloque de viviendas en cinco días?¿Qué pasaría si en cuestión de semanas se pudiera reubicar un distrito entero?».
Para lograr esa quimera pensó que se debería poner menos de todo: menos peso, menos tiempo, menos materia. ¿Y qué mejor para eso que construir con aire?
Interior de la Pista de Patinaje sobre Hielo de Sevilla (Hielotrón), 1975.
Ya en 1917 un ingeniero inglés, sir Frederik W. Lanchester, había registrado la primera patente de una construcción neumática con una gran bóveda sujeta por el aumento de la presión aérea interior. Prada Poole recibió en 1971 el encargo de crear el recinto que albergaría un congreso de diseño en Ibiza, en poco más de dos meses concibió un espacio sustentado por aire, ‘Instant city’, una serie de bóvedas y semiesferas de lona interconectadas. Poco después cubrió los Encuentros de Arte de Pamplona con enormes cúpulas inflables. Con su ‘Hielotrón’, un gran local de patinaje sobre hielo en Sevilla, entraron en escena las ideas de una arquitectura como clima, durante tres años su pompa de jabón preservó un ambiente en las antípodas de la ciudad tórrida conservando, paradójicamente, la lámina de hielo con un gasto energético mínimo.
Estos ensayos e inquietudes cristalizaron definitivamente en el diseño del Palenque para la Exposición Universal de Sevilla en 1992, cuyo proyecto inicial contemplaba una nube artificial que habría de crear un clima sobre el edificio que estaría abierto, sin fachada ni paredes, no protegiendo el interior de la naturaleza sino modulándola.
Las fuentes del espacio (1977). Edición especial.
La exposición hace un recorrido por varias décadas de creación ilustrando con proyectos técnicos sobre plano, videos y maquetas la evolución del arquitecto y sus ideas; además se acompaña de la publicación de un catálogo y una edición facsímil sobre la trayectoria de Prada Poole.
Desde el punto de vista didáctico la exposición se puede abordar desde diversos enfoques tanto del currículo oficial de varias materias (Dibujo Técnico, Tecnología, Educación Plástica, Diseño, Física, etc.) como desde la actualidad de temas transversales como el ecologismo, cambio climático, eficiencia energética…
Portada del libro-catálogo de la exposición de Prada Poole.
Lo que deja la obra perecedera de Prada Poole no es tanto otra arquitectura cuanto otra idea de ciudad posible, una previsualización de otra forma de vivir el espacio público, otros futuros posibles para la ciudad. Muchos de sus trabajos han sido relacionados con la ciencia ficción y la escenografía cinematográfica, en todo caso se trata de una forma de crear nacida de un optimismo tecnológico no limitado exclusivamente por los intereses económicos y liberado del peso del pasado.