Autor: Bruno Marcos Carcedo.
Como habíamos hecho en artículos anteriores vamos a proponer el análisis de una de las exposiciones de temática contemporánea más importante de nuestra comunidad autónoma durante esta temporada y a plantear cómo se podría abordar desde las aulas. Se trata de la muestra titulada ‘Arte = Vida = Arte’ del artista alemán Wolf Vostell (Leverkusen, 1932-Berlín, 1998) que se podrá ver en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) hasta el 26 de mayo, en León.
Vostell fue un niño alemán de la Segunda Guerra Mundial, se educó ante el dramático espectáculo de la destrucción de Europa y vio su país hecho ruinas físicas y morales; su recuerdo más trágico de aquel tiempo fue ver, prendido entre las ramas de los árboles, el cráneo de un piloto cuyo avión de combate acababa de estrellarse cerca de su casa. Al final de la contienda recorrió a pie con su familia varios cientos de kilómetros de vuelta a Leverkusen observando todo un mundo desplomado.
A principios del siglo XX las prácticas artísticas que venían desplazadas por la fotografía de su función de representar la realidad quisieron llevar el arte a la vida, se trataba de las vanguardias históricas: futurismo, dadaísmo, surrealismo, cubismo, etc.
Estas vanguardias consiguieron levantar la escena del declinante arte, si no se iba a tener ya un arte que capturase el espíritu de
la época habría una creatividad que saldría de los museos para expandirse por la vida.
Cuando Vostell se hizo artista, pasada la mitad del siglo XX, entendió que debía retomar los planteamientos de las vanguardias y artistizar la vida. Las neovanguardias —a las que perteneció, como la del grupo Fluxus— tomaron los actos de las vanguardias históricas como experimentos, ensayos de laboratorio, que ellos iban a trasladar de facto a todos los ámbitos de la existencia, fuera de las galerías y museos.
Lo que vemos en las obras de Vostell es un encuentro entre materiales u objetos inesperados, cómo habían descrito el surrealismo sus autores: La reunión de un paraguas con una máquina de coser en una mesa de operaciones quirúrgicas. Vostell toma este recurso pero lo lleva más allá de la sala de exposiciones e introduce su propia temática: la visión crítica hacia aspectos que se presentan en la sociedad como progreso pero que albergan una amenaza. Vostell anuncia en el avance de las comunicaciones o la tecnología peligros como los que vio desencadenarse en la guerra de niño. De ahí que una de sus obras sea un automóvil que hizo impactar contra un tren a 130 km por hora en 1963 y que se puede ver en uno de los patios del museo; o un avión de combate ruso clavado en la tierra atravesando dos coches (1997, en el exterior del museo creado por él en Malpartida), formas creadas para el movimiento convertidas en ruina, estatua estática y monumento al accidente, a la colisión, aviso de que el progreso alberga su propia catástrofe.
Esta exposición puede enfocarse desde distintos aspectos de los ámbitos o asignaturas del sistema educativo, primero el histórico marcando el origen y la biografía de Vostell como niño de la guerra, luego desde un análisis psicoanalítico entre la imagen del piloto muerto que le impresiona en la infancia y sus obras de impactos o accidentes, y por último como desarrollo del pensamiento crítico en las piezas en las que aparecen coches paralizados dentro de hormigón y radios o televisiones intervenidas. Todo ello aparte del estudio de las obras como imágenes y del contexto histórico-artístico. Buscar el sitio de estas cuestiones en el currículo y en las programaciones didácticas de cada departamento es sencillo una vez que este análisis se haya hecho.
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En el siguiente enlace se puede leer la crítica completa a la exposición que publiqué en el suplemento ‘Culturas’ del periódico La Nueva Crónica.
https://www.lanuevacronica.com/lo-que-no-conoceis-cambiara-vuestra-vida
Enlace a la exposición en MUSAC
https://musac.es/#exposiciones/expo/wolf-vostell-vida-arte-vida
Vídeo de la exposición
