AUTORA: Mª Carmen Martínez Magaña
Las técnicas de estudio son un elemento clave para abordar el éxito educativo. Es algo que hay que enseñar y practicar de forma intencionada.
En nuestra sociedad vivimos en un ritmo constante y frenético en el que hay que hacer, hacer y hacer millones de cosas a lo largo del día. Puede que este artículo te ayude a enseñar a tu alumnado algunas técnicas que le permitan parar, organizarse y hacer esas ‘miles de cosas’ con sentido, orden y prioridad.
Las técnicas de estudio, útiles en cualquier asignatura, nos permiten entender y comprender aquello que leemos optimizando, además, el tiempo de estudio.
El comienzo es sencillo.
Buscar un lugar de estudio que ha de ser:
- Siempre el mismo.
- Tranquilo y silencioso.
- Bien iluminado y ventilado.
- Con una temperatura adecuada.
- Organizado y limpio.
Un lugar de estudio debe tener:
- Una mesa amplia.
- Una silla con respaldo y preferiblemente reposabrazos.
- Una estantería para poder colocar los materiales.
- Un tablón de corcho o imantado para poner fechas o aspectos importantes.
- Libros y diccionarios de consulta.
Una vez que hemos delimitado nuestro espacio personal. Ese lugar tranquilo, sereno y cómodo donde tenemos todo aquello que necesitamos para llevar a cabo nuestro objetivo es momento de programar nuestro estudio.
El estudio debería ser diario. A ser posible a la misma hora.
El tiempo para dedicar a este fin es variable según la edad. En secundaria estaría entorno a las dos horas.
Antes de estudiar hay que preparar las cosas que se vayan a necesitar: libros, agenda, cuadernos, lápices, etc.
Hacer lo deberes y repasar lo trabajado en clase.
Comienzar con asignaturas de dificultad media, sigue por aquellas difíciles y termina con las más fáciles.
Realizar pequeños descansos entre materias de cinco o diez minutos. Moverse y descansar la vista.
Podéis llevar a cabo con vuestros alumnos una actividad sencilla de concienciación.
Presentar diferentes imágenes de jóvenes trabajando tranquilos, agobiados, excesivamente relajados, en distintos entornos de estudio con elementos distractores y preguntarles si se sienten identificados.
Reflexionar sobre la importancia de trabajar en el momento presente, centrados en aquello que tienen que hacer, para disfrutar y desconectar después.
Insistir en que necesitan tiempo libre pero que podrán disfrutar más y mejor si antes dan respuesta a sus responsabilidades de forma productiva y útil.
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